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Los vecinos no volverán a casa en semanas

Abandona el hospital la mujer cuyos hijos murieron en la deflagración de Barcelona 

LÍDIA PENELO

'Ayer estaba contenta porque me había salvado, pero hoy miro el piso y me hundo', se lamentaba Alicia, una de las vecinas afectadas por la explosión del lunes en un edificio de Barcelona mientras esperaba subir a su casa a recoger ropa y documentos. 'Todo lo que se arregle con dinero sale barato señora', le respondió un agente de los que vigilaba la finca. La escena de afectados desencajados que se turnan para recuperar sus pertenencias se repetirá algunos días más, ya que los 87 vecinos desalojados tras la explosión no podrán regresar a sus casas 'en semanas'. Así lo pronosticó el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.

Las investigaciones para esclarecer las causas del siniestro continúan abiertas, pero todo indica que la explosión fue provocada por Anna Moreno, una de las vecinas, para evitar ser desahuciada. Según informaron a Efe fuentes cercanas al caso, los análisis científicos han detectado la presencia de restos de gasolina. El combustible que muchos vecinos olieron antes de la explosión.

Así lo recordaban ayer mientras intentaban acostumbrabarse a la nueva situación. Y es que antes de que les permitan volver a sus hogares, habrá que reformar los inmuebles afectados y restablecer los servicios de agua, gas y luz, señaló Hereu.

El alcalde garantizó que hasta pasada la Semana Santa habrá una dotación permanente de agentes de la Guardia Urbana y de los Mossos d’Esquadra custodiando el edificio para evitar posibles robos. Mientras tanto los desalojados se han instalado en un hotel facilitado por el consistorio, el mismo que se utilizó para alojar a los afectados por el hundimiento del Carmel.

Comercios cerrados

Los vecinos de la finca no son los únicos perjudicados. Los comercios situados en los bajos del edificio también tendrán las persianas bajadas durante mucho tiempo. La propietaria del Bar Pepe, Olga, contaba, apenada, que toda su familia vive del bar y que no lo puede abrir porque no tiene ni agua, ni luz, ni nada.

Más allá de especular sobre lo ocurrido, los vecinos también se planteaban ayer quién iba a pagar los desperfectos. La respuesta les llegó ayer por la tarde tras una reunión entre propietarios, inquilinos y la aseguradora que tenía contratada el edificio. El director de la compañía de seguros Mutua de Propietarios, Juan López, explicó que la empresa asumirá los gastos de alojamiento de los vecinos y la reparación de la parte comunitaria 'hasta el límite fijado en las pólizas'. Según López, más adelante se abordarán los daños particulares sufridos por cada vivienda del inmueble. A la reunión asistieron María Moreno y su marido, hermana y cuñado de Anna Moreno y propietarios del piso, aunque no quisieron hablar de lo ocurrido.

El siniestro provocó la muerte de tres personas, causó 13 heridos y dejó el edificio destrozado. Las víctimas mortales quedaron calcinadas y aunque las pruebas del ADN no revelarán la identidad de los cuerpos hasta dentro de unos días, los Mossos no descartan la hipótesis de que uno de los tres cadáveres sea el de Anna Moreno.

Los otros dos fallecidos son dos hermanos que vivían con su madre. La mujer, que había enviudado recientemente, quedó herida con quemaduras de segundo grado en las manos y pudo abandonar el hospital ayer al mediodía.

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