Alejandro Valverde, líder de la Volta a Cataluña después de la segunda etapa, entre Gerona y Rosas, admitió hoy que la sanción que le ha impuesto el Comité Olímpico Italiano (CONI) por su supuesta implicación en la Operación Puerto está mermando su capacidad de concentración y su condición física.

"Todo esto que está pasando no me deja ni concentrarme. Si no pasara nada, estaría más concentrado y en mejor condición física", comentó el ciclista español en referencia a la sanción del CONI, que le ha inhabilitado durante dos años para competir en Italia y que podría apartarle del próximo Tour (una etapa de la ronda francesa atraviesa territorio italiano).

Valverde aseguró que su presencia en la Volta, la primera prueba que disputa tras la confirmación de la sanción del CONI, no supone una reivindicación especial ante nadie. "Sobradamente he demostrado ya de lo que soy capaz, de ganar en clásicas, en vueltas y en cualquier sitio", aseguró, aunque celebró su condición de líder: "Eso siempre es importante".

"Ser líder sí que es una motivación. Pero todo lo que ocurre a mi alrededor no lo es, más bien al contrario", confesó el jefe de filas del Caisse d'Epargne después de una etapa en la que pudo confirmar sus "buenas sensaciones de cara al futuro más inmediato".

Tras alcanzar la línea de llegada de Rosas en el grupo principal, Valverde explicó que la etapa no había dado lugar a grandes ataques. "Hemos sido conservadores porque era una locura atacar en los puertos, aún quedaban bastantes kilómetros para la llegada", señaló.

Destacó, asimismo, que a partir de mañana, entre Rosas y La Pobla de Lillet, con tres puertos de primera y 182,9 kilómetros, "comenzarán los movimientos".

El corredor de Caisse d'Epargne apuntó al ruso Vladimir Karpets (Katusha), vencedor de la Volta en 2007, como su gran rival en la pelea por la victoria final. "Él puede ser el ganador de esta Volta", pronosticó.

Por su parte, el ganador de la segunda etapa, el danés del Saxo Bank Matti Breschel, admitió que no esperaba ganar en Rosas. "Llevo cinco semanas sin competir, desde la Paris-Roubaix, y he llegado a Cataluña con la intención de seguir la preparación para el Tour, en el que espero estar", dijo.

Breschel explicó que en la subida del último puerto del día, el Alt de Sant Pere de Rodes, le costó engancharse al grupo principal y que en el descenso acusó "los efectos del fuerte viento procedente de la costa", que acabó por disgregar el pelotón durante la bajada.

"Aunque llego un poco justo de forma, quizá en la etapa que termina en Andorra pueda volver a pelear por la victoria, aunque no conozco demasiado el terreno", comentó el ganador de la jornada.