El Valencia CF, patrocinado en la actual campaña por la firma 'Valencia Experience', vive en la actualidad la peor experiencia de su historia en cuanto a patrocinio deportivo y por primera vez en veinticinco años de publicidad en sus camisetas ha anunciado una demanda contra la firma que lucen sus futbolistas.

En el pasado mes de mayo, el Valencia, tras cinco años de colaboración con la firma automovilística Toyota, anunció un compromiso de patrocinio para la actual temporada a cambio de seis millones de euros con una firma desconocida llamada 'Valencia Experience'.

Esa firma se dedicaba a la organización de actividades y servicios destinados a rentabilizar la afluencia de público alrededor de los grandes acontecimientos que escogieran Valencia como sede.

El nuevo patrocinador afirmó entonces que el club era 'una potente plataforma de promoción, ya que se situaba entre los veinte primeros en valor de marca de Europa'.

Hasta ese momento, los patrocinadores del club habían sido productos claramente identificables como es el caso de entidades financieras o marcas de automóviles, así como productos institucionales como fue Mediterránia o parques temáticos como el de Terra Mítica, creado por iniciativa pública.

Sin embargo, ahora y por primera vez, el club ha lucido, con 'Valencia Experience', el logotipo de un producto desconocido, que los aficionados no asocian con marca, proyecto o iniciativa alguna, que nadie es capaz de relacionar con actividades concretas y que parece haber nacido exclusivamente para figurar en las camisetas.

Cinco meses después del anuncio del compromiso, el Valencia, al no haber percibido cantidad alguna en los plazos establecidos, anunció el martes que el consejo de administración del club ha dado instrucciones a sus servicios jurídicos para que, de forma inmediata, presenten una demanda judicial como consecuencia de los daños y perjuicios que 'Valencia Experience' ha causado a la entidad.

En el momento de adoptar esta decisión, el club ya había retirado el logotipo de su patrocinador de vallas y de la página web, pero no de las camisetas con las que disputan los partidos sus futbolistas.

Este es el peor panorama vivido por el club en cuanto a su patrocinio desde que en los primeros años ochenta la entonces llamada Caja de Ahorros de Valencia aportará treinta millones de pesetas para los jugadores del equipo lucieran su logotipo.

Futbolistas emblemáticos en la historia del club como Ricardo Arias, Roberto Fernández, Javier Subirats, Quique Sánchez Flores o el actual vicepresidente, Fernando Gómez, entre otros, fueron los primeros en lucir publicidad en las camisetas.

En general, las empresas patrocinadoras y el club han obtenido un beneficio recíproco, en especial en los momentos en los que los éxitos deportivos han contribuido a una mayor presencia del equipo en los medios de comunicación, lo que, en consecuencia, ha favorecido la repercusión mediática del producto anunciado.

Sin embargo, en algunas ocasiones, la relación entre el patrocinador y el club no ha sido fácil, aunque nunca se había producido una situación como la actual.

En su momento, la cooperativa de productos de droguería CIP, con cuyo logotipo jugó el Valencia jugó la 'final del agua' de 1995, mantuvo discrepancias con el entonces presidente del Valencia, Francisco Roig.

Años después, el Valencia tuvo que renegociar el contrato inicial firmado con la empresa informática Metrored, que apareció en las camisetas de los jugadores que acabaron con 31 años de sequía en la Liga al obtener el título de la campaña 2001-2002.

A mitad de esa temporada se abrió la posibilidad de que la relación se viera interrumpida, pero finalmente se prolongó y la firma, según informaron en su momento fuentes del club, ya había satisfecho su deuda cuando en el verano de 2002, el club cambio de patrocinador.

Toyota, que ha estado en la entidad durante los últimos cinco años ha sido campeona de Liga, de la Copa de la UEFA y de la Supercopa de Europa en 2004, año en el Valencia fue proclamado mejor equipo del mundo.