El presidente de Colombia volvió este miércoles a mostrar su músculo político. Y como buen católico también exhibió su lado indulgente al mostrarse partidario del diálogo con las FARC siempre y cuando reconozcan antes su derrota. 'Es la señal inequívoca para iniciar un proceso de paz', dijo en una conferencia sobre terrorismo donde desgranó a su manera el último comunicado del grupo insurgente más antiguo de América Latina.

Uribe no hizo ni una referencia a la oferta guerrillera de dar carpetazo a su exigencia histórica de desmilitarizar Pradera y Florida, una extensión similar a Navarra del suroeste del país. 'No podemos permitir que aquellos que preparan con toda crueldad atentados, simultáneamente engañen al país con propuestas políticas cuya falta de sinceridad conocimos en el pasado', aseveró el mandatario colombiano. Aunque no los citó expresamente, volvió a acusar a los países vecinos Ecuador y Venezuela de 'esconder guerrilleros'.

La última revelación de los servicios de seguridad es que la guerrilla tiene 'células durmientes' en sindicatos, organizaciones estudiantiles y movimientos sociales. Es decir, en todos aquellos grupos que critican la política de Seguridad Democrática que mantiene al presidente en la cúspide de una popularidad que utiliza para abrir la puerta a su tercera elección. 'Sus acusaciones para vincular a los grupos civiles con las FARC son infamias peligrosas', señaló a Público el presidente de los abogados laboralistas de Colombia, Rafael Suárez.

Otra de las controversias es la petición rebelde de intercambiar el cadáver de Julián Guevara, asesinado mientras estaba secuestrado, por los de los comandantes Iván Ríos y Raúl Reyes. El jefe de la Policía, Óscar Naranjo, aseguró el lunes que el cuerpo de Reyes ya fue entregado a sus familiares. Este miércoles se supo que es falso. El abogado de la ex mujer del guerrillero reveló que 'nunca se recibieron los restos mortales sino que se entregaron al responsable de una funeraria'.

Algunos colombianos comienzan a mostrar su hartazgo por las informaciones contradictorias que se difunden sobre el conflicto un día tras otro. Ya no saben quién miente mejor.

El todopoderoso ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, intercedió en un escenario que laboralmente comienza a complicarse seriamente para el derechista Uribe. Y lo hizo con el anuncio de un nuevo plan antifarc bautizado con el nombre de Salto Estratégico. 'La estocada final a la bestia', resumió el ministro más ambicioso del presidente.