Un total de 69 dibujos descubren desde hoy en Salamanca los apuntes de trabajo que el artista catalán Hermen Anglada-Camarasa realizó para componer sus pinturas al óleo, de las que además se exhibe una veintena.

"Anglada-Camarasa, desde el dibujo" se ha inaugurado hoy en la capital salmantina y se trata, en palabras de la comisaria de la exposición y nieta del artista, Silvia Pizarro, de "una nueva forma de entender el proceso seguido por el pintor para la creación de sus óleos".

La obra sobre papel de Hermen Anglada-Camarasa (Barcelona, 1871-Port de Pollença, 1959) llega a Salamanca de la mano de la Fundación La Caixa, y saca a la luz las "herramientas de trabajo y apuntes" que permitieron a este artista "hacer sus composiciones".

Los obras, que podrán visitarse en la Casa Lis hasta el próximo día 4 de septiembre, ayudarán, según ha explicado la comisaria, "a avanzar en el entendimiento de su pintura, en la que la base es el color y el decorativismo".

De este modo, cuando se ven los dibujos, el espectador se dará "más cuenta de que detrás de ellos hay un enorme trabajo de observación, de recreación y de composición", ha reflexionado Pizarro.

La muestra "está agrupada por temas, en un recorrido por los motivos que atraparon la atención del artista" entre los que la comisaria ha mencionado "notas de la noche parisina, figuras femeninas, bailaoras, gitanos, toreros, retratos, composiciones y paisajes de Mallorca".

Pizarro ha hecho hincapié en "la modernidad" de la obra de Anglada-Camarasa, que le deparó "el máximo reconocimiento internacional".

La exposición se inicia con una breve mención de la primera época de formación de Anglada-Camarasa en Cataluña hasta que en 1894 viajó a París, donde prosiguió su formación, y entre 1900 y 1906 realizó numerosos dibujos de academia y de modelos que tuvieron especial importancia para él.

De su etapa en la capital francesa son las figuras femeninas y los ambientes nocturnos que, bien plasmó directamente al óleo o en dibujos que le sirvieron para preparar composiciones más elaboradas.

Otro apartado es el que recoge "la fascinación" del pintor por los temas gitanos y así compone, ha desgranado Pizarro, "figuras de bailaoras y guitarristas, zambras y escenas de baile, apuntes de manos y estudios para composiciones que constituyen una buena muestra de la atracción que este tema le provoca".

El paisaje también está presente en la muestra, si bien, según la comisaria, éste no adquiere protagonismo en la obra de Anglada-Camarasa hasta que no llegó a Mallorca en 1914, donde actualmente se conserva la mayor parte de su colección.