El delantero español Fernando Torres ha recuperado la forma física después de su operación de rodilla y está preparado para jugar un partido entero con España, que intentará mejorar su situación en el Mundial en el partido del lunes contra Honduras.

El seleccionador Vicente del Bosque dejó a Torres en el banquillo en la sorprendente derrota del miércoles ante Suiza en su primer encuentro del Grupo H, pero el jugador del Liverpool éste pareció estar fuerte y hambriento de goles cuando salió al campo en la última media hora.

"Llevo dos semanas entrenando con los compañeros y estoy tranquilo, olvidando la lesión y a buen ritmo, para estar a disposición del entrenador", dijo Torres el sábado en una rueda de prensa en la sede de la selección en Potchefstroom.

"Todos estamos preparados para entrar y darlo todo (...) si estoy en el once inicial, perfecto. Si no, a esperar la oportunidad", agregó.

Con Torres a tope a su disposición, Del Bosque podría optar por incluirle en el ataque junto a David Villa ante Honduras, considerado el conjunto más débil de un grupo en el que también se encuentra Chile.

EN LA LÍNEA DE FUEGO

Del Bosque ha sido criticado tras la inesperada derrota de los campeones de Europa, con su predecesor, Luis Aragonés, entre otros, sugiriendo que la formación 4-5-1, con Villa como único delantero, fue demasiado cauta.

Torres dijo que sería equivocado hacer cambios en la fórmula que les ayudó a ganar los diez partidos de clasificación para el Mundial y que les colocó como favoritos para el torneo en Sudáfrica.

"Es importante mantenernos fieles a nuestro estilo, no cambiar y confiar en lo que nos ha hecho ser favoritos", declaró.

"España quiere la pelota (...) hay que aprovechar las virtudes de nuestros jugadores más allá de los sistemas", añadió. "El estilo de esta selección lo marcan los centrocampistas, que son nuestra alma".

Torres ha sido de lejos el miembro más popular de la selección española entre los hinchas locales en Potchefstroom, un estatus que el jugador explicó que en parte se debe al hecho de jugar en el Liverpool.

"El Liverpool tiene muchos aficionados en el mundo, y por eso nos hemos sentido queridos y arropados", dijo el delantero de 26 años. "Ojalá la gente de aquí (Sudáfrica) se vuelque con España, sería importante para todos".