El gran consumo, agrupado en Aecoc, clausuró ayer en Valencia su IX Congreso en un ambiente de preocupación ante el incierto final de la crisis y la guerra de precios para no perder clientes. La industria agroalimentaria y los grupos de distribución (principales socios de Aecoc) no siempre tienen intereses comunes y sus problemas son diferentes (el sector agroalimentario es de los pocos que crece con las crisis); pero entre los casi 1.100 empresarios presentes hubo unanimidad en una cosa: a la hora de llenar la cesta de la compra, el desplome del consumo y el miedo a perder el empleo han convertido al precio en el principal resorte que mueve a los consumidores españoles, que se han vuelto 'tan ahorradores como los suecos', como dijo ayer el profesor del IESE José Luis Nueno.

Según Nueno, los españoles 'ya somos europeos', y 'las copas ya no se toman en los bares, sino en casa'. El filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, que también impartió una charla ayer, considera que, más allá de la crisis, el consumidor actual quiere cosas gratis o muy baratas y al mismo tiempo le fascinan ciertas marcas de lujo, como Gucci. El problema para los hipermercados y sus proveedores es que el low cost se ha hecho fuerte. José Juan Fornés, director general de Masymas, lo dejaba claro: 'Si tenemos que sobrevivir por precio, estamos muertos'.

El precio es ahora el principal resorte que mueve a los consumidores

Pero, como dijo Nueno, 'los españoles tienen la manía de comer' y, con los productos de marca blanca en auge, hay quien, como el grupo Siro (principal proveedor de pan y bollería de Mercadona), saca partido. Su presidente, Juan Manuel González Serna, asume que 'el consumidor ha cambiado' y que el factor precio seguirá mandando tras la crisis.

A las marcas tradicionales, Nueno les recomendó aprovechar la recesión para 'crear marca', aprovechando la caída de precios que también ha afectado a la publicidad. 'El optimista ve la oportunidad en cada dificultad', dijo el presidente de Nutrexpa, Fabrice Duccheschi, parafraseando a Churchill. El congreso, inaugurado por Francisco Camps (que instó a 'hablar menos de política y más de economía'), contó con las fugaces presencias de Gerardo Díaz Ferrán, presidente de CEOE, y de las ministras de Agricultura y Sanidad, Elena Espinosa y Trinidad Jiménez, respectivamente. En la cita se ha echado de menos a dos nombres del sector que últimamente copan las páginas de los periódicos: Nueva Rumasa, de la familia Ruiz Mateos, y el grupo SOS, inmerso en una grave crisis institucional.