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Sudáfrica quiere aprovecharse de una Francia en crisis

Reuters

La selección de fútbol de Sudáfrica sueña con lograr el martes una victoria contundente frente a un equipo francés sumido en crisis, aunque puede no ser suficiente para evitar que el país anfitrión sufra una temprana eliminación de su aventura mundialista.

Un triunfo por varios goles podría salvar a Sudáfrica de convertirse en el primer anfitrión de un Mundial que no alcanza los octavos de final, siempre que México y Uruguay no empaten, pues este resultado clasificaría a los dos equipos latinoamericanos a la segunda ronda.

El prometedor comienzo de Sudáfrica en su debut con México fue ensombrecido por una derrota 3-0 frente a Uruguay, que dejó rápidamente en evidencia las obvias limitaciones de los "Bafana Bafana".

Uno de los equipos más débiles del torneo, al menos en el papel, Sudáfrica podrá al menos contar con el apoyo de las vuvuzelas para intentar conseguir una histórica victoria en el estadio Free State.

Al fin y al cabo será Francia, que sólo suma un punto tras dos partidos, con sus brillantes individualidades incapaces de jugar como equipo y su moral por los suelos tras el escándalo de Nicolas Anelka.

"Francia irá al partido buscando una victoria para clasificarse, al igual que nosotros, pero hemos decidido no preocuparnos por ellos, simplemente ir y jugar y ganar por nuestro pueblo, por nuestros fanáticos", dijo el defensa de los anfitriones Tsepo Masilela.

Quien no estará en la alineación francesa será Anelka, expulsado el sábado tras insultar el entrenador, Raymond Domenech, en el descanso de la derrota por 2-0 frente a México la semana pasada en Polokwane.

APOYO PARA ANELKA

Los jugadores franceses, bajo una nube de críticas de los aficionados y los medios tras el fracaso en la Eurocopa 2008, tienen mucho por hacer si quieren redimirse.

Criticados fuera del campo y totalmente perdidos dentro de él en lo que va de Mundial, los jugadores franceses no hicieron mucho por mejorar su popularidad cuando boicotearon la sesión de entrenamiento en apoyo a Anelka el domingo.

El entrenador brasileño de Sudáfrica, Carlos Alberto Parreira, tiene sus propias preocupaciones con el portero Itumeleng Khune, sancionado tras ser expulsado frente a Uruguay, lo que supone que Moeneeb Josephs defenderá la portería.

Sin embargo, aparte de la vacante en el centro del campo por la suspensión de Kagisho Dikgacoi, no se espera que Parreira cambie la formación que ha mantenido con confianza durante el último mes.

Domenech, en contraste, podría sacar un equipo totalmente renovado, con Thierry Henry reemplazando posiblemente al expulsado Anelka, Sidney Govou dejando su puesto en el extremo derecho a Franck Ribery y Yoann Gourcuff retomando su papel de creador.

Sigue siendo incierto si Francia encontrará la fortaleza mental para plantear a Sudáfrica un verdadero desafío, aunque su técnico ha instado a sus jugadores a pelear hasta el final.

"Ser competitivos significa luchar todo el tiempo, incluso por la menor de las posibilidades", dijo Domenech, esperando despertar el orgullo de sus jugadores, poco antes del caos del domingo.

"Queremos mantener nuestras esperanzas vivas tanto como podamos", señaló.

"Todo es orgullo. Un Mundial es un sueño y hay que perseguir ese sueño todo el rato, incluso cuando estás bajo una nube como nosotros ahora", agregó.

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