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SOS del Ateneo de Madrid para seguir siendo la "casa de la libertad"

La histórica institución atraviesa una grave crisis económica que le obligará a reducir su actividad. Las Cortes le han denegado una subvención de 300.000 euros, mientras que la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid le a

ALEJANDRO TORRÚS

Ni la más brillante e histórica de las instituciones culturales de España consigue escapar de la crisis. El Ateneo de Madrid, institución fundada en 1835 y que ha albergado entre sus paredes a los mayores intelectuales de la historia reciente de España como Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset o Manuel Azaña, atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia. La denegación de las Cortes de una subvención de 300.000 euros, con los votos del Partido Popular, y el atraso en los pagos de la Comunidad de Madrid (279.000 euros) y el Ayuntamiento que dirige Ana Botella (59.000 euros) ha obligado a la institución a realizar un plan de viabilidad de emergencia que contempla una reducción importante de sus actividades.

El Ayuntamiento de Madrid alegó falta de líquidez para pagar el dinero que adeuda“La situación de crisis que vive el Ateneo es muy seria. Esta ha sido históricamente la sede la libertad, aquí se podía decir lo que estaba prohibido en cualquier otro lugar. Nosotros queremos seguir siéndolo porque para salir de esta crisis económica es fundamental el desarrollo de la ciencia y de la cultura. Ahora esperamos el apoyo de todos aquellos que desean una España con libertad”, señaló Carlos París, presidente de la institución, tras la Junta de Gobierno de ayer, martes, en la que se trazó un “doloroso” plan de viabilidad económico, que tendrá que ser votado en la tarde de este miércoles por los socios de la histórica institución.

El plan de viabilidad que la Junta planteará a los socios contempla la suspensión de los contratos durante seis meses de “un número razonable” de los 32 trabajadores que actualmente forman la plantilla laboral de la institución y la reducción de actos que 'no sean rentables desde un punto de vista económico' (actualmente el Ateneo realiza más de 100 actos mensuales). Asimismo, este plan baraja diferentes alternativas para aumentar los ingresos como un acuerdo de colaboración con la SGAE, rentabilizar mejor los espacios de los que dispone impartiendo diferentes cursos,  abrir la Biblioteca a los no socios o sacar a la venta parte del patrimonio artístico que posee.

“Además, creemos que es el momento de reivindicar que el Estado devuelva las obras que expolió al Ateneo durante la dictadura de Franco cuando Fraga era Ministro de Información y que actualmente pertenecen a la empresa Tour España, que los tiene cedidos en los diferentes paradores nacionales”, ha añadido Carlos París.

'Esperamos el apoyo de los que quieren una España con libertad'

Por su parte, el portavoz del Grupo Socialista del Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, que estuvo ayer reunido con la Junta de Gobierno del Ateneo, ha adelantado a la prensa que su partido reclamará en el próximo Pleno municipal el desbloqueo de partidas de ayuda a la institución que figuran en los presupuestos del Ayuntamiento de la capital y que no han sido abonadas. Asimismo, emplazó a la Comunidad que preside Esperanza Aguirre a realizar estos pagos adeudados.

Por otro lado, el portavoz socialista esbozó algunas de las posibles soluciones para aliviar la situación económica del Ateneo. Así, apostó incluir el Ateneo en las visitas guiadas que organiza el Ayuntamiento de la capital y que las actividades que programa la institución sean declaradas de especial interés, lo que facilitaría aportaciones en régimen de mecenazgo.

El presidente del Ateneo, Carlos París, ha querido destacar que la situación de dependencia que vive actualmente el centro cultural respecto a las subvenciones públicas no es nueva, ya que “siempre ha necesitado fondos públicos”. Así, ha recordado que en el año 2010 las Cortes entregaron a la institución una subvención de un millón de euros, mientras que en 2011 esta cantidad se redujo a 500.000 euros. “Para 2012 solicitamos una ayuda de 300.000 euros que ha sido denegada con los votos del Partido Popular en su línea de restricción de ayudas públicas”, ha subrayado.

Los socios votarán esta noche el plan de viabilidad de la Junta de Gobierno

 No obstante, París ha querido salir al paso de aquellos que apuntan una persecución ideológica del Gobierno al Ateneo y ha estimado que la decisión responde a “la política de austeridad máxima” que el Partido Popular ha instaurado desde su llegada al poder. “Yo no comparto esa política para salir de la crisis, pero no creo que vayan a por nosotros”, ha precisado.

De hecho, Carlos París apunta que la situación ideal que debe perseguir el Ateneo es poder vivir de las cuotas de sus socios y no de las subvenciones públicas. Para ello, según los cálculos de la organización, necesitaría un mínimo de 6.500 socios. Actualmente, la entidad cuenta con una lista de 2.500, por lo que necesitaría casi triplicar sus socios para vivir al margen de las instituciones públicas.

“En ningún caso nos planteamos cerrar. El Ateneo sólo ha estado cerrado por violencia política. Son momentos difíciles, de tomar decisiones “difíciles”, pero mantendremos toda la actividad que la situación económica nos permita”, ha concluido.

Cuando en 1898 España se despidió de su imperio colonial tras la pérdida de Cuba y Filipinas, se inició un movimiento intelectual y cultural que se dio a conocer como el regeneracionismo. La cuestión principal que ocupó a esta generación de pensadores como Pío Baroja, Joaquín Costa o Ramiro de Maeztu fue dar solución al llamado “problema de España”. El Ateneo de Madrid fue, entonces, el centro neurálgico de unos debates que llamaban a la “transformación radical del Estado español” para paliar una crisis económica, cultural y moral que amenazaba el futuro del país.

El problema, o los problemas, era de tal envergadura que el debate persistió hasta la siguiente generación de pensadores, la del 14, alcanzando a José Ortega y Gasset, Manuel Azaña y Gregorio Marañón. Ambas generaciones, con sus diferencias y similitudes, tenían claro los dos ejes sobre los cuales debía girar cualquier proyecto reformador del Estado que permitiera una salida a la crisis económica y moral en la cual estaba sumido el país: pedagogía y cultura.

Los problemas económicos que atraviesa el Ateneo como consecuencia de una nueva crisis económica y la subsisiguiente restricción en las ayudas públicas de las diferentes administraciones ponen de nuevo de relieve la misma cuestión que se preguntaban los Unamuno, Ortega y Gasset o Costa: El problema de España.
La solución está por determinar, pero Carlos París, filósofo y catedrático emérito, ha esbozado en una frase por qué es necesario que el Ateneo de Madrid no sea abandonado en estas crisis: “Vivimos una situación crítica que está golpeando a tantos ciudadanos y trabajadores españoles, pero para salir de esta crisis es fundamental el desarrollo de la ciencia y de la cultura. Sin el desarrollo de nuestra capacidad creativa no podremos salir adelante”.

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