La entrevista concedida por el lehendakari Patxi López a Público en la que afirmaba que Sortu 'no es ETA' ha generado un gran debate político sobre la conveniencia de que el nuevo partido de la izquierda abertzale sea legalizado.

Las reacciones a las palabras de López han llegado desde diversos frentes. Si el domingo era la dirección nacional del PP la que mostraba su inquietud por las opiniones del lehendakari, este lunes fue el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, el que ha puesto de relieve su desacuerdo con López. 

En una entrevista en RNE, Basagoiti aseguró que no comparte 'en absoluto' las palabras del lehendakari pero aseguró que él 'le medirá' por las actuaciones y por los hechos, más que por las declaraciones que realice.

El líder del PP vasco apuntó que 'este tema no tiene por qué' crear fisuras en el entendimiento entre socialistas y populares en Euskadi 'porque el lehendakari, independientemente de lo que diga, lo que tiene que hacer es lo que está acordado en el acuerdo' entre PSE-EE y PP, 'que hablaba de la derrota de las pretensiones políticas del terrorismo'.

Marías Dolores de Cospedal fue incluso más crítica que su correligionario vasco: dijo que las palabras de López fueron 'desafortunadas'. La dirigente del PP insistió en la tesis que los conservadores defienden con ahínco desde hace tiempo: 'ETA es ETA se llame como se llame'.

Desde las filas del PSOE y del PSE la valoración era bien distinta. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, manifestó a los medios en Santiago de Compostela que 'jurídicamente, es evidente que Sortu no es ETA, porque si fuese ETA estarían todos en la cárcel', sentenció para advertir de que 'son cosas distintas y hay que aprender a matizarlas, por lo menos, en el plano del Derecho'.

 'Estamos de acuerdo con el lehendakari en que es mejor que Sortu rechace la violencia  o decir que no la rechaza'

Patxi López recibió también el apoyo del portavoz parlamentario de los socialistas vascos, José Antonio Pastor, para quien las disensiones internas acreditan que la apuesta de Sortu no es 'táctica ni instrumental', sino que es 'una decisión estratégica' para caminar a la democracia.

Marcelino Iglesias, secretario de Organización del PSOE, lanzó un mensaje de apoyo a Patxi López: 'Estamos de acuerdo con el lehendakari en que es mejor que Sortu rechace la violencia en vez de callar o decir que no la rechaza'.

La entrevista en Público fue del agrado del PNV. El presidente nacionalista, Iñigo Urkullu, valoró lo que definió el 'cambio de postura' de López y aprovechó la ocasión para lanzar una propuesta al lehendakari: acordar en el Parlamento vasco una iniciativa para posibilitar la 'participación política plena' de todos los partidos, incluida la de Sortu.

Las declaraciones de López a Público no gustaron nada a Angeles Pedraza, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Fue dura Pedraza en su valoración: acusó al lehandakari de estar actuando como el 'abogado defensor' para la legalización de ETA y Batasuna a través de Sortu y le pidió al Partido Popular que le retire su apoyo 'si va a seguir en esta línea'.

'Nos resulta inadmisible y escandaloso ese deseo irrefrenable que tiene Patxi López por ver a Batasuna en las elecciones y nos preocupa muchísimo que el Gobierno no le haya replicado', aseguró a guisa de conclusión.

Incluso alguien cercano a los socialistas como el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces, señaló que Sortu parece que se mueve más por la exigencia de los demócratas que por su propia convicción.