La huelga de controladores aéreos sigue hoy causando la cancelación de la mitad de los vuelos con origen o destino en el aeropuerto parisino de Orly, así como retrasos en los que se mantenían, en espera de una vuelta a la normalidad a partir de mañana si se confirma el fin del conflicto.

La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) confirmó que como en las tres jornadas anteriores, en la de hoy se habían suprimido la mitad de las conexiones en Orly, y que iban a volver a acumularse retrasos.

La DGAC insistió en que el paro en esta ocasión no afectaba en absoluto los centros de trabajo de los controladores en el aeropuerto de Roissy Charles de Gaulle, ni en Athis Mons.

El sindicato convocante, la Confederación General del Trabajo (CGT), organiza durante el día una asamblea en la que se someterá al voto el proyecto de acuerdo firmado ayer con el Ministerio de Trabajo y con intervención del secretario de Estado de Transportes, Dominique Bussereau, y de la DGAC.

Bussereau señaló hoy que "si todo va bien", mañana habrá una vuelta a la normalidad en Orly, y sintetizó el compromiso explicando que en él se fijan las "modalidades para que todo el mundo pueda trabajar donde quiera, para que toda la gente que se mueva sea indemnizada".

El objetivo de la huelga es protestar contra el proyecto de reunir a los controladores de la región de París, ahora repartidos entre Orly, Roissy y Athis Mons.

El acuerdo supone que la CGT acepta que se ponga a prueba una fusión entre el centro de Orly y el de Roissy Charles de Gaulle, a condición de que de forma paralela se haga lo mismo entre Orly y Athis Mons.