La soga de la presión por el fondo de competitividad no se anudó al cuello del Gobierno sólo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de ayer. Horas antes, por la mañana, el pleno del Senado tiró de la cuerda. Aprobó una moción defendida por Miquel Bofill (ERC), en la que se reclama al Gobierno central que anticipeya a la Generalitat 1.450 millo-nes de euros del fondo.

La miga del debate residía más en la foto de la votación. Ahí se evidenció el desmarque de los diez senadores del PSC frente a sus compañeros del PSOE. Los primeros apoyaron el texto de ERC. Los segundos, lo rechazaron. Al final, la iniciativa salió adelante por 138 votos a favor PP, CiU, Entesa (PSC, ERC e ICV) y Pere Sampol, del Bloc per Mallorca, 109 en contra (PSOE, BNG y el resto del Mixto) y dos abstenciones (PNV y UPN).

No era la primera vez que el PSC votaba de forma separada al PSOE. Ramón Aleu, líder del PSC en la Cámara Alta, lo explicó tras el debate. Sus senadores obraron por coherencia, porque el Tripartito ya negoció con Madrid los anticipos del fondo de competitividad de 2009 y 2010. 'Lo hemos hecho cuando estábamos en el Gobierno y hemos votado porque entendemos que la situación es la misma: la necesidad de negociar con el Gobierno del Estado para que esto se produzca', justificó.

Por eso, añadió, si el Ejecutivo de CiU no intenta pactar con el Ministerio de Economía el adelanto de los 1.450 millones, será 'muy difícil exigir' al PSC 'continuidad en el respaldo' al Govern. Es decir, que si no hay negociación con el Estado, el PSC no apoyará a CiU en caso de que una moción similar a la de ayer llegue al Congreso.

Dos lecturas del nuevo sistema de financiación se cruzaron en el debate. Bofill, Sampol y Jordi Vilajoana exigieron el 'cumplimiento' de la ley. Al frente se unió Alicia Sánchez-Camacho, líder del PP catalán. Barrió contra JoséLuis Rodríguez Zapatero por el 'fracaso de su política económica', defendió el marco de financiación aprobado por el PP en 2002 que repartía menos dinero a las autonomías y anunció una iniciativa propia para que el Gobierno abone adelantos del fondo a Catalunya, Madrid y Balears. Sin embargo, el PP rechazó la reforma de la LOFCA en 2009, como CiU.

Por el PSOE, Joan Lerma repitió que el Ejecutivo paga 'escrupulosamente' a Catalunya. La Generalitat, subrayó, dispone en 2011 de 2.730 millones más gracias a la implantación completa del nuevo sistema. Los 1.450 millones del fondo habrán de abonarse en 2013 según dice la ley, insistió.