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La Santa Sede afirma que acusar al Papa de ocultación es "falso y calumnioso"

EFE

El promotor de Justicia de la Congregación de la Santa Sede para la Doctrina de la Fe, el maltés Charles Scicluna, afirma que acusar al papa Benedicto XVI de ocultación sobre los casos de pederastia en la Iglesia católica es "falso y calumnioso".

En una entrevista que publica hoy el diario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), "Avvenire", al que remite el Vaticano mediante un comunicado de prensa, Scicluna aborda el escándalo desatado ayer por el diario alemán "Süddeutsche Zeitung".

El rotativo germano informaba de que en la década de los años 80, cuando era arzobispo de Múnich y Freising, Joseph Ratzinger autorizó que un sacerdote con antecedentes de pederastia y que había sido expulsado por ese motivo del obispado de la ciudad alemana de Essen, ejerciera en la capital bávara.

Ya este viernes el Vaticano salió al paso del asunto, asegurando que el ahora Papa era ajeno al caso y hoy "Avvenire" publica una entrevista al promotor de Justicia de la Congregación de la que Ratzinger era responsable antes de convertirse en Pontífice.

"Tras la promulgación del Código de Derecho Canónico de 1983 hubo un período de incertidumbre acerca del elenco de los 'delicta graviora' (delitos de gravedad) reservados a la competencia de este dicasterio", afirma Scicluna, en referencia a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

"Sólo con el 'motu proprio' de 2001 el delito de pederastia volvió a ser de nuestra exclusiva competencia. Desde aquel momento el cardenal Ratzinger demostró sabiduría y firmeza a la hora de tratar estos casos. Más aun. Dio prueba de gran valor, afrontando algunos casos muy difíciles y espinosos. Por lo tanto, acusar al Pontífice de ocultación es, lo repito, falso y calumnioso", agrega.

El religioso maltés explica que si un sacerdote es acusado de un "delictum gravius" el obispo de su diócesis tiene la obligación de investigar y después referirlo a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la que en 2003 y 2004 se recibió una "avalancha" de casos.

"Muchos procedían de Estados Unidos y se referían al pasado. En los últimos años, gracias a Dios, el fenómeno se ha reducido mucho", afirma Scicluna.

"En los últimos nueve años (2001-2010) hemos analizado las acusaciones relativas a unos 3.000 casos de sacerdotes diocesanos y religiosos sobre delitos cometidos en los últimos 50 años", agrega.

Según el religioso maltés, el 60 por ciento de esos casos son "actos de 'efebofilia', o sea, debidos a la atracción sexual por adolescentes del mismo sexo, el otro 30 por ciento de relaciones sexuales y el 10 por ciento, actos de pederastia verdadera y propia, esto es, determinados por atracción sexual hacia niños impúberes".

"Los casos de sacerdotes acusados de pederastia verdadera y propia son, entonces, unos trescientos en nueve años. Son siempre demasiados, es indudable, pero hay que reconocer que el fenómeno no está tan difundido como se pretende", afirma el promotor de Justicia vaticano.

De entre esos 3.000 casos de acusación, el 20 por ciento dieron lugar al desarrollo de un proceso penal o administrativo, mientras que en el 60 por ciento no hubo proceso, sobre todo, "debido a la edad avanzada de los acusados", dice Scicluna, aunque se emanaron contra ellos normas disciplinarias.

El religioso maltés apuesta por volver a la ausencia de la prescripción de los "delicta graviora" que tenía el derecho canónico antes de 1889 (ahora prescriben a los diez años), aunque explica que en 2002 Juan Pablo II permitió a su dicasterio derogar la prescripción caso por caso si el obispo lo solicitaba.

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