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"Con los rojos en Andalucía", la odisea de un joven brigadista irlandés

EFE

La odisea del joven brigadista irlandés Joe Monks en el frente andaluz durante la Guerra Civil española, donde participó en las sangrientas batallas de Lopera (Jaén) y Pozoblanco (Córdoba), fue recogida en su libro de memorias "Con los rojos en Andalucía", ahora traducido al español.

Publicado por el Centro de Estudios Andaluces, con traducción de Aurora Rice y un prólogo del profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Granada Miguel Ángel del Arco, la edición original de la obra en inglés data de 1985, sólo tres años antes de la muerte de Joe Monks (1915-1988).

Miguel Ángel del Arco ha dicho a Efe que estas memorias de Monks "rompen con el discurso oficial de las Brigadas Internacionales, dominado por el testimonio de George Orwell en su 'Homenaje a Cataluña'".

"A diferencia del testimonio de Orwell, que se distingue por mostrar un frente en calma y su desafección con lo sucedido en España, Monks da una visión de la guerra con constantes acciones bélicas, y describe la crudeza de las trincheras y el miedo", según Del Arco, quien ha asegurado que se trata de un relato "nada mitificado".

"Es un relato realista, por supuesto partidista, pero no exagera ni trata de disimular cosas; cuenta la carencia brutal de medios de los brigadistas y cómo son machacados una y otra vez por la aviación enemiga", señala Del Arco.

También ofrece, añade, "pinceladas de la vida cotidiana, como un partido de fútbol entre brigadistas, o cómo las mujeres de los pueblos se ofrecen a lavarles las ropas gratis".

La originalidad del relato de Monks, de poco más de un centenar de páginas, estriba, para Del Arco, en que transmite "el espíritu de una juventud, de una generación que creyó que podía hacer historia y cambiar las cosas, algo que pasó tanto en la izquierda como en la derecha".

Monks, con 21 años, perteneció al grupo de 200 irlandeses que se enrolaron en las Brigadas Internacionales y a los que no les gustaba ver iglesias quemadas, pese a que se definían como "irlandeses ateos", para distinguirse de los 700 voluntarios compatriotas del general Eoin O'Duffy que lucharon al lado de Franco.

En diciembre de 1936, tras una somera instrucción en el cuartel de las Brigadas en Albacete, Monks tuvo su bautismo de fuego en Lopera, donde recibió un balazo en un hombro.

Monks cuenta cómo en los olivares que median entre Andújar (Jaén) y Lopera, los jóvenes brigadistas, por la noche, trataban de distraer el frío y el miedo hablando de sus lecturas de James Joyce.

Aunque la XIV Brigada estuvo integrada mayoritariamente por franceses, en Lopera perecieron 19 ingleses e irlandeses, entre ellos los jóvenes poetas Ralph Fox y John Cornford, veinteañeros como Monks.

Tras esa experiencia, en febrero de 1937 Monks se integró en el Batallón Lincoln para participar en la contraofensiva de Pozoblanco, donde la dureza de los enfrentamientos fue tal que, en estas páginas, confiesa que no dormía tranquilo si no era junto a media docena de bombas de mano, porque sabía que de ellas podía depender su supervivencia ante los ataques constantes.

Si en Lopera hablaban de Joyce, en Pozoblanco, las breves pausas de tranquilidad, frente a las trincheras de falangistas, requetés, marroquíes, legionarios, italianos y artilleros alemanes, se distraían con Shakespeare, en unas conversaciones que eran interrumpidas por gritos de "Viva Cristo Rey" acompañadas de explosiones y del repicar de las ametralladoras.

Alfredo Valenzuela.

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