Cuando parecía que no había marcha atrás ya en la marcha de Ribéry al Real Madrid, ahora el jugador se ha descolgado con unas declaraciones en las que suaviza todo.

El francés parece que no tiene muy claro ahora su salida del Bayern de Munich, dado el elevado precio que piden los alemanes por su traspaso, y no quiere cerrarse puertas.

'Nunca dije que quisiera irme del Bayern inmediatamente y a toda costa', dijo al periódico Tz.

Estas declaraciones contrastan frontalmente con las que supuestamente hizo la semana pasada en las que decía que o se iba al Real Madrid o nada.

'Está decidido, deseo marcharme', sentenció en declaraciones al diario francés L'Equipe. 'Sí, será el Real o nada', subrayó entonces.

'No comprendo toda esta polémica. Mis declaraciones han sido malinterpretadas y me gustaría aclararlo. No quiero enfrentarme al Bayern', ha añadido.

Además, el francés desmiente que no haya querido entrenarse en algunos días de esta semana para forzar su salida. 'Es mentira. Es verdad que estaba lesionado. tenía ampollas en el pie y el tobillo inflamado'.

Ribéry es objeto de deseo de los grandes clubes europeos, después de que Florentino se haya hecho con los pocos que quedaban en el mercado. El Bayern pide una estratosférica oferta que comenzaría en los 70 millones de euros de salida.

Real Madrid, Barcelona, Manchester United y Chelsea le quieren, pero no todos están dispuestos a pagar una cantidad tan elevada, sobre todo el Barcelona.

El francés era uno de los principales objetivos de Guardiola, pero Laporta no pretende entrar en una subasta con el resto de equipos y ha cambiado de objetivo: ahora quiere a Mata con Villa.