La denominada "Declaración de Somosaguas" reclama a las autoridades públicas competentes las "medidas judiciales oportunas" contra los responsables de la irrupción de varias personas en la capilla de Somosaguas de la Universidad Complutense, donde hace una semana se desnudaron algunas jóvenes.

El documento, respaldado en Internet por más de 650 firmas, asegura que los hechos constituyen un atentado contra la libertad de culto que reconoce la Constitución y protege el Código Penal.

Profesores, investigadores, estudiantes y otros piden a las autoridades académicas de la Universidad Complutense las iniciativas disciplinarias oportunas para que no quede impune lo sucedido ni sea manchado el buen nombre y trabajo de la institución.

A su vez, la organización "Hazteoir" asegura que 20.000 personas han reclamado por correo electrónico al rector, Carlos Berzosa, la "contundencia necesaria" para identificar a los "estudiantes responsables".

Además, quiere que se envíen a la Policía y la Fiscalía todas las pruebas documentales que acrediten que los "asaltantes" pueden haber cometido delitos contra la libertad de culto, de conciencia y sentimiento religioso.

"No basta con un simple expediente informativo; se trata de un asunto de la máxima gravedad", ha declarado en un comunicado el presidente de "Hazteoir", Ignacio Arsuaga, que reprocha la "tibia posición" del Rectorado y pide a la Fiscalía que "actúe de oficio".

También la Asociación para la Investigación y la Docencia "Universitas", de tendencia cristiana, considera "notablemente insuficiente" el comunicado de condena del rector, Carlos Berzosa, en el que se pedía respeto a la pluralidad de cultos y anunciaba un expediente informativo para concretar posibles responsabilidades.

"Univesitas" ha reclamado al gobierno de la Universidad Complutense que impida y persiga de manera "clara" acciones como los hechos citados.

Por el contrario, la federación de estudiantes progresistas FAEST ha lamentado que la Comunidad de Madrid "aproveche un hecho aislado", por muy reprobable que sea, para "atacar" al rector y a la autonomía universitaria, cuando debería preocuparse más por financiar mejor la educación superior pública.