A 24 horas de inaugurar la T1 CiU y PSC se enzarzaron en una polémica de tintes infantiles. ¿De quién es el mérito inicial de la ampliación del aeropuerto? Abrió fuego fue el presidente de CiU, Artur Mas, que destacó que aunque hoy las fotos serán para Zapatero y Montilla, socialistas ambos, fueron ellos, en el denostado Pacto del Majestic de 1996 con el PP, quienes pusieron las bases del proyecto.

Quizás por eso el líder nacionalista encabezará hoy una amplia delegación de la federación. Después de reivindicar 'la primera fase' de sus acuerdos con el PP recordó que la T1 se aprobó en 1998 y licitó en 2003, todo bajo mandato de Aznar con su sustento necesario primero y accesorio después El líder de CiU lamentó lo que ha tardado en construirse la terminal, que no tenga accesos por tren y que ahora ya no haya proyectos relevantes como la T1. Se preguntó qué se inaugurará en seis años.

Las afirmaciones de Mas cayeron como un jarro de agua fría en la sede del PSC. Su portavoz, Miquel Iceta, se apresuró a blandir recortes de la noticia de la firma del Plan Delta en 1994 entre las administraciones involucradas para remozar la pata sur de Barcelona: Josep Borrell, como ministro de Obras Públicas, Jordi Pujol, como president de la Generalitat, Pasqual Maragall, como alcalde de Barcelona, Lluís Tejedor, como alcalde de El Prat de Llobregat y, atención, José Montilla, como presidente del Consell Comarcal del Baix Llobregat. El pacto aprobaba desviar el Llobregat, condición previa para ampliar el puerto, el aeropuerto y construir la depuradora de El Prat. Preveía inversiones de 400.000 millones de pesetas.

Con todo ese arsenal bajo el brazo Iceta no se mordió la lengua. 'CiU miente', afirmó tajante.

La réplica le llegó por parte del portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Pere Macias, que recomendó a Iceta que 'aprenda a leer', ya que en el Plan Delta el ministro Borrell se comprometió a tener listo el plan director del aeropuerto de El Prat y no cumplió.

CiU y ERC aprovecharon la inauguración para pedir de nuevo descentralizar la gestión de los aeropuertos y dejarla en manos del Govern. Joan Ridao sostuvo que el modelo centralista lastra las potencialidades del Prat.