La organización no gubernamental "Free Tibet Campaign" aseguró hoy que las protestas de los separatistas tibetanos prosiguieron en las regiones de Qinghai, Gansu y Sichuan durante el fin de semana, contradiciendo así al gobierno chino que anunció el "regreso a la calma" en esas zonas.

Según el grupo protibetano establecido en Londres, informes de testigos aseguran que alrededor de 200 monjes y unos 800 lugareños se manifestaron el pasado sábado en la municipalidad de Lhushoe (región de Gansú), que terminó con la sustitución de la bandera china por la tibetana en el edificio del Ayuntamiento.

La misma fuente indicó que varios manifestantes resultaron heridos por las fuerzas del orden cuando éstas intentaron disolver la protesta "aunque sin usar fuerza letal o armas de fuego".

En la provincia de Qinghai, "Free Tibet Campaign" comunicó que recibieron noticia mediante correo electrónico de manifestaciones en los condados de Malho, Manra y Jangtza y en el monasterio budista de Meshig, aunque no dieron más detalles.

Las autoridades chinas anunciaron ayer que la calma volvió a Lhasa y las regiones limítrofes tras las recientes protestas y disturbios, pero mantiene cerradas a cal y canto para la prensa extranjera todas las zonas conflictivas.

"Debemos hacernos con la victoria final contra las fuerzas secesionistas para ayudar a garantizar unos exitosos Juegos Olímpicos con una situación social estable en la región autónoma del Tíbet", dijo el presidente regional, Qiangba Puncong.