Público
Público

Primeras señales de diálogo para zanjar la crisis en Honduras

Reuters

Un enviado del Gobierno de facto de Honduras se reunió con el derrocado presidente Manuel Zelaya en la embajada de Brasil, donde se refugia desde hace cuatro días para evitar su arresto, aunque por el momento no hay señales de que vaya a ser restituido.

Es el primer indicio de diálogo en la crisis que sacude con protestas al país, pero el Gobierno de facto mantiene su rotunda negativa de devolver el poder a Zelaya y éste rechaza una propuesta de instalar un gobierno provisional hasta enero, cuando se transfiera el poder al ganador de las elecciones de noviembre.

Zelaya se reunió el jueves por la noche en la embajada de Brasil con los cuatro candidatos a la presidencia.

"Ésta es una primera aproximación y esperamos que avance (...) Esperamos un arreglo lo más pronto posible", dijo el depuesto presidente a los periodistas desde la embajada, donde permanece sitiado por militares y policías armados.

Elvin Santos, candidato del Partido Liberal de Zelaya y que se había reunido antes con el presidente de facto, Roberto Micheletti, dijo que el líder derrocado estaba dispuesto a "sacrificarse", pero no aclaró a qué se refería.

"Las partes mostraron enorme apertura. Siento que el diálogo se puede perfectamente implementar", dijo a la prensa al salir de la embajada de Brasil.

Pero la restitución de Zelaya promete ser un duro obstáculo en cualquier futura negociación.

Seguidores y detractores suyos salieron el jueves a las calles de Tegucigalpa, unos para pedir su vuelta al poder y otros para reclamar que salga del país.

Zelaya regresó a Tegucigalpa el lunes tras meses de exilio forzado, burlando los controles policiales y desafiando una orden de arresto del Gobierno de facto, para pedir refugio en la sede diplomática de Brasil mientras intenta volver al poder.

Aunque el Gobierno interino ha señalado que no irrumpirá en la embajada, reclama a Brasil que dé asilo al depuesto líder o le entregue para que se enfrente a la justicia. Ambas partes han sido intransigentes en su postura y en las protestas ya ha muerto un manifestante, al que se suman decenas de heridos y varios detenidos.

Sin embargo, Zelaya dijo el jueves que ha iniciado una etapa de diálogo con diversos sectores y que el presidente de facto, Roberto Micheletti, envió un representante para hacerle una propuesta a fin de superar la crisis.

"Ayer a las diez de la noche vino un personaje de ellos en una sesión privada a hablar conmigo y manifestar (...) una propuesta que significa dar otro golpe de Estado, o sea, quitar el golpista que está ahora y sentar a otro tercer golpista para que accediera a la presidencia", dijo el jueves a una radio de Paraguay.

"Ante mi negativa no he vuelto a tener noticias", agregó.

TOQUE DE QUEDA

El Gobierno de facto determinó levantar desde el jueves por la mañana el toque de queda que llevaba dos días, pero lo reimplantó para la noche desde las 19:00 hora local (01:00 GMT) hasta las 05:00 de la mañana.

La administración interina, que se ha visto aislada por la comunidad internacional y los organismos multilaterales, espera que las elecciones presidenciales de finales de noviembre -convocadas antes de que ocurriera el golpe- permitan pasar página y hacer que el país vuelva a ser aceptado por los gobiernos del mundo.

Los principales candidatos presidenciales hablaron el jueves con Micheletti y Zelaya, posicionándose como mediadores en un posible diálogo. Sin embargo, ninguno llegó a respaldar una restitución del mandatario.

En una señal de lo lejos que puede estar el regreso de Zelaya al poder, en una rueda de prensa donde se pidió a los candidatos presidenciales que respondieran si lo apoyarían o no, éstos titubearon, se miraron entre sí y se pasaron el micrófono hasta que Santos, del Partido Liberal de Zelaya, dio una respuesta evasiva.

"Eso no depende de nosotros", dijo, respaldando la posición del Gobierno de facto que señala que Zelaya violó la ley y es la Corte Suprema de Justicia y el Congreso quienes tienen el poder de decidir.

Mientras tanto, la embajada sigue rodeada de militares. Testigos de Reuters dijeron que durante la noche del miércoles batallones de soldados pasaron frente a la embajada y se movieron por los alrededores, algunos entonando tonadas bélicas y haciendo sonar sus escudos contra el suelo.

Se han colocado focos en las casas vecinas apuntando a la representación diplomática, y también altavoces con música tropical y por momentos el himno nacional.

Zelaya, derrocado el 28 de junio por supuestamente violar la Constitución al querer abrir el camino para la reelección presidencial, denunció que el Gobierno de facto planea asaltar la embajada y asesinarle. Las autoridades lo niegan.

El Gobierno de facto que encabeza Micheletti dijo estar dispuesto a recibir a una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para dialogar con Zelaya, pero se niega rotundamente a devolverle el poder.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias