Por David Douglas
El trastorno bipolar no estácreciendo en los jóvenes, sino que se están reconociendo máslos casos, indica un nuevo estudio.
"No se volvió más común (en la población pediátrica) en losúltimos 20 años, aunque hay más diagnósticos clínicos. Pareceque los médicos y los investigadores no reconocían el trastornopor la antigua noción de la edad de aparición", explicó eldoctor Eric A. Youngstrom.
Según publica Journal of Clinical Psychiatry, el equipo deYoungstrom, de la University of North Carolina en Chapel Hill,analizó 12 estudios sobre 16.222 niños de entre 7 y 12 años.Todos los estudios calcularon las tasas de manía o hipomanía enmuestras poblacionales.
Seis muestras eran de Estados Unidos; el resto, de Holanda,Reino Unido, España, México, Irlanda y Nueva Zelanda. Losestudios se habían realizado entre 1985 y el 2007, pero trasajustar los resultados, el año de realización no influyó en lasconclusiones.
El equipo calculó una tasa general de trastorno bipolar del1,8 por ciento: Estados Unidos con 1,7 por ciento y el resto,con 1,9 por ciento.
Las diferencias en los criterios diagnósticos explicarongran parte de la heterogeneidad entre los estudios de EstadosUnidos.
Sin embargo, los resultados "claramente disipan la idea deque el trastorno bipolar pediátrico se limita a EstadosUnidos", dijo Youngstrom.
"Los diagnósticos en los prepúberes son especialmentediscutidos", según el equipo, que no pudo obtener másinformación de esa población porque pocos estudios habíanincluido menores de 12 años.
Youngstrom dijo: "El trastorno bipolar es menos frecuenteque la depresión o el deficit de atención con hiperactividad,pero también duplica las tasas de autismo o esquizofrenia, loque indica claramente que habría que reforzar la investigacióny el entrenamiento en su identificación y tratamiento".
"Esperamos que el debate cambie para concentrarse en lamejoría de la precisión del diagnóstico para que las familiasque deben convivir con trastornos no bipolares y el trastornobipolar accedan más tempranamente a las estrategias adecuadasde tratamiento", añadió el autor.
FUENTE: Journal of Clinical Psychiatry, 31 de mayo del 2011
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