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El Prado pone en valor los tapices con su primera exposición

Reuters

Los tapices eran el objeto de lujo por excelencia en el Renacimiento, y aunque han perdido el espacio que ocupaban en las grandes mansiones, una exposición del Museo Nacional del Prado pretende devolver el valor olvidado a estas grandes piezas de arte antiguo.

La muestra "Los amores de Mercurio y Herse. Una tapicería rica de Willem de Pannemaker", que podrá visitarse desde el 1 de junio hasta el 26 de septiembre, es la primera de este tipo que organiza el museo madrileño, y reúne una colección de ocho grandes tapices mitológicos realizada a principios del siglo XVI y que llevaba dispersa desde principios del siglo XX.

"Cuando estudiamos los inventarios de la época comprobamos que (los tapices) eran las piezas más valiosas de toda la colección artística, con excepción de alguna joya. Eran la manera de representar el poder, el ornato", explicó el lunes durante la presentación de la exposición Leticia Azcue, jefa de Conservación de Escultura y Artes Decorativas del Prado.

Los tapices reunidos en esta exposición transcriben en hilos de oro y seda los versos de Ovidio sobre los amores del dios Mercurio, hijo y mensajero de Júpiter, con Herse, hija del rey de Ática.

Azcue subrayó lo "costosísimo" que era realizar una serie como la expuesta ahora en Madrid, al ser necesaria la participación de un gran pintor para realizar el boceto, pasarlo posteriormente a cartones en tamaño natural, y contratar a unos ocho tejedores o "liceros" que trasladaran el dibujo a la urdimbre.

En completarse el trabajo, de unos 200 m2 en total, podrían tardarse aproximadamente 4 años, según los cálculos realizados por los responsables de la exposición.

Todo eso sin contar los materiales necesarios para realizarlos, en este caso lana, seda teñida con colorantes naturales y sobre todo hilo metálico de plata dorada, del que se utilizaron unos 160 kilos para este trabajo, que perteneció originalmente al Duque de Lerma, valido de Felipe III.

El Prado tenía desde hace décadas dos de los tapices de la serie, y después de año y medio de preparación, ha conseguido reunirlos todos gracias al préstamo realizado por los actuales propietarios del resto de las obras: la Casa de Alba; la Fundación Casa Ducal de Medinaceli; la duquesa de Cardona y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

Pannemaker, activo desde 1535 hasta 1581, está considerado el gran tapicero del Renacimiento flamenco y proveedor de cortes como la de Carlos I y Felipe II.

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