El Partido Popular cierra hoy en Madrid una campaña en la que su líder, Mariano Rajoy, se ha implicado al máximo con el fin de lograr una victoria el domingo que nadie en el partido pone en duda, aunque las fuentes consultadas por Efe estos últimos días se refugian en la prudencia y en la cautela.

Sensaciones a las que apelan a falta de 48 horas para la celebración de los comicios porque los porcentajes de participación se prevén bajos.

Es precisamente ese índice de abstención previsiblemente elevado el que arroja incertidumbre a un resultado que, sin embargo, la dirección del PP da por hecho que será favorable al número uno de la lista, Jaime Mayor Oreja.

Las últimas encuestas internas que han manejado los estrategas del partido corroboran el triunfo el domingo que viene y la disposición a ir a votar del electorado propio, los objetivos que el PP se marcó antes del comienzo de la campaña y que, por tanto, creen conseguidos.

Las muecas de contrariedad al cabo de estas dos semanas, según lo expresado por algunas fuentes consultadas, son contadas, muy puntuales, y se han producido entre los dirigentes del PP a raíz de las declaraciones que hizo Mayor Oreja hace pocos días, cuando respaldó unas palabras del cardenal Cañizares sobre el aborto y los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica.

Los estrategas del PP, asimismo, han moldeado los mensajes que transmitir a las peculiaridades de los líderes, en esta campaña el presidente del partido y obviamente el principal candidato en la lista.

Rajoy ha transitado por estos catorce días de periplo electoral con dos bastones temáticos: la gestión de la crisis por el Gobierno "hipoteca el futuro" del país y el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, es responsable directo de una tasa de paro situada en el 18 por ciento.

Un tercer bastón ha sido el de la reforma de la ley del aborto, sobre todo la posibilidad, recogida en el proyecto del Gobierno, de que las chicas de 16 años puedan abortar sin el conocimiento ni el consentimiento paterno. Este asunto lo ha denunciado Rajoy en todos los mítines, en todos, para regodeo de los asistentes.

Las alusiones a asuntos que han irrumpido en campaña, como el de los aviones militares que usa Zapatero o las subvenciones de Manuel Chaves cuando era presidente de Andalucía también los ha aprovechado Rajoy, sobre todo el último, pero no para fomentar aún más la movilización, sino para atacar al Gobierno, que es lo que muchos militantes piden que haga, explican fuentes del PP.

Mayor Oreja, un veterano dirigente cristiano-demócrata, ha puesto énfasis en los valores, en la defensa de la familia, en la "regeneración moral" que a su juicio necesita un país que durante los últimos años ha vivido "muy por encima de sus posibilidades".

Todos estos bloques temáticos han convergido en un llamamiento: hay que votar el domingo para apuntalar "el cambio político".

El líder de los populares ha recorrido todas las comunidades autónomas, aunque si hay una que de verdad ha pisado en las últimas dos semanas ésa ha sido la Comunidad Valenciana.

El "caso Gürtel" es el tema que se ha cruzado en la campaña, pero no porque los dirigentes del PP lo hayan mencionado, sino por la puesta en escena que han ideado para lanzar un mensaje muy estudiado: hay que apoyar al presidente valenciano, Francisco Camps, sin fisuras y decir a la gente que vaya a las urnas a votar a Mayor Oreja para dejar claro que creen en la honradez de todos en el partido.

Así, Rajoy ha visitado las tres provincias valencianas y en todas ha estado al lado de Camps, dándole su apoyo.

Las fuentes consultadas creen que el "caso Gürtel", en el que está imputado el máximo mandatario de la Comunidad Valenciana, no influirá en el resultado del partido en las elecciones europeas.