El Estadi Lluis Companys albergará esta noche un derbi de contrastes e incertidumbres. El Barcelona, inmerso en la tranquilidad que dan el trabajo bien hecho y, sobre todo, los buenos resultados, visita a un Espanyol en puestos de descenso en la Liga, sumido en el caos y con las esperanzas depositadas en un hombre: Mauricio Pochettino, su nuevo técnico.

El cese de Mané, el fichaje del argentino y la situación convulsa que vive el club blanquiazul (la continuidad de su director deportivo, Paco Herrera, está en entredicho después de que el presidente no contara con su opinión en el cambio de entrenador), han copado el interés en las horas previas al encuentro.

Resulta difícil prever por qué derroteros irá el partido. Guardiola ya avisó ayer de que hará cambios en su equipo, aunque reconoció que no decidirá la alineación hasta hoy mismo. Por su parte, Pochettino, durante su presentación, evitó dar cualquier pista sobre cuál es su filosofía futbolística. Tiene 24 horas para decidirla.

Guardiola reconoce que hubiera preferido que el Espanyol cambiase de técnico tras el derbi, ya que el estudio del rival, que tan minuciosamente observa, se ha ido al garete con el relevo en el banquillo perico. Ya le ocurrió contra el Madrid. 'De lo que estoy seguro es que nos encontraremos un equipo muy agresivo; supongo que Pochettino trabajará mucho el tema mental, ahí es donde me espero a un Espanyol muy tenso', convino Guardiola, que deseó que su equipo 'esté al nivel de intensidad que tendrán ellos'.

El técnico del Barça dejó la puerta abierta a la posibilidad de que Jorquera ocupe la portería azulgrana y, como ya hizo antes de la eliminatoria contra el Atlético, apuntó la importancia de 'marcar goles en campo contrario'. Guardiola instó a buscar alicientes para revalorizar la competición copera y reconoció que le gustaría que el equipo blanquiazul 'continuara en Primera'.

En el Espanyol, Pochettino dirigió ayer su primer entrenamiento y tampoco dará la lista de convocados hasta hoy mismo. No dispone de mucho tiempo para trazar un plan.

La seguridad, alerta

Los Mossos dEsquadra admiten la posibilidad de que los Boixos Nois dispongan de entradas para asistir al partido, pese a las mediadas tomadas por el Espanyol para evitarlo. El Barça ha devuelto todas las entradas de cortesía de que disponía para evitar suspicacias. Se realizarán cacheos exhaustivos para impedir la entrada de bengalas y se aumentará el número de efectivos de los puestos de seguridad.

Arbitrará Muñiz en vez del sancionado Burrull. A su víctima, el osasunista Juanfran, expulsado tras recibir dos penaltis del Madrid por entender que se había tirado, se le retiró ayer la segunda amarilla.