Europa Laica presentó ayer su propuesta para la elaboración de una ley orgánica de libertad de conciencia. La asociación pretende que el Estado 'frene el fundamentalismo de la jerarquía católica', según apuntó su presidente, Francisco Delgado.

'El Estado español [...] sitúa a la Iglesia católica en una posición de privilegio y monopolio en amplias esferas de la vida social y política, en clara discriminación hacia otras convicciones no religiosas', afirma el texto. La base de la propuesta gira en torno al convencimiento de que 'el Estado es laico' y defiende que ninguna convicción ideológica o confesión religiosa tenga carácter estatal. En opinión de Delgado, 'se trata de una ley que no persigue a nadie', sino que pretende 'equiparar los derechos y obligaciones de conciencia de todos los ciudadanos, sean o no creyentes'.

Aunque no quiso poner el foco de las críticas a la Iglesia católica, lo cierto es que la propuesta de ley avanza en la eliminación de los 'privilegios y prebendas' que, en opinión de Europa Laica, 'lleva disfrutando la Iglesia católica en España desde el siglo V'. Así, el documento de trabajo recalca que 'el Estado no financiará el culto y el clero de ninguna confesión religiosa', y dice que tampoco debe abonar subvención alguna para los colegios católicos. También aboga por que desaparezcan los símbolos religiosos en el ámbito público.

Por otra parte, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, se comprometió ayer a profundizar en el ejercicio real y efectivo de la libertad de culto mediante la reforma de la actual Ley Orgánica de Libertad Religiosa para adaptarla al pluralismo religioso.