El Gobierno del Perú llamó hoy a consultas a su embajador en Santiago, mientras que el presidente Alan García decidió adelantar su regreso a Lima, sin reunirse en Singapur con su homóloga chilena, Michelle Bachelet, luego de que se denunciara un caso de espionaje vinculado con Chile.

El canciller peruano, José García Belaúnde, declaró a medios locales que también se ha cancelado la visita que iba a hacer la próxima semana a Santiago la ministra de la Producción, Mercedes Aráoz.

García Belaúnde señaló desde Singapur, donde asiste junto a García a la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacifico (APEC), que el espionaje es un acto "inamistoso y ofensivo" para el Perú.

"Este caso se ha confirmado. Quedan dos cosas: que la justicia actué con toda severidad y que las autoridades chilenas dispongan las investigación y sanciones a los responsables de este gesto ofensivo al Perú", declaró al Canal N de la televisión local.

El canciller peruano dijo que el presidente García decidió adelantar su regreso a Lima para el próximo lunes, por lo que no estará en la clausura del foro APEC ni se reunirá en Singapur con Bachelet.

"El presidente García ha decidido adelantar su regreso a Lima porque esta es una situación delicada", acotó, para luego también confirmar que ha pedido "que vaya a Lima" el embajador peruano en Santiago, Carlos Pareja, "para consultar" el tema.

El ministro también anunció que el Gobierno decidió suspender la visita de la ministra Aráoz a Chile, quien iba a explicar los términos de la propuesta peruana para que se reduzcan las compras de armas en Suramérica.

"Yo creo que las condiciones en este momento no hacen aconsejable avanzar en proyectos como la visita de la ministra Aráoz a Santiago", señaló en declaraciones a la emisora Radioprogramas del Perú (RPP).

Según medios de prensa, un suboficial de la Fuerza Aérea Peruana (FAP), que sirvió en la embajada de su país en Chile hasta 2003, fue recientemente descubierto haciendo espionaje para el país vecino, y está detenido desde el jueves último.

Fuentes del Ministerio de Defensa dijeron hoy a Efe que el caso "se conocía con anticipación", pero recordaron que había instrucciones de guardar absoluta reserva por tratarse de un asunto "muy delicado".

La emisora RPP, que ayer reveló el caso, señaló que el suboficial habría recibido entre 5.000 y 8.000 dólares mensuales durante el tiempo que espió para Chile, y fue descubierto cuando intentaba captar a un colega suyo para trabajar también como doble agente.

Los medios de comunicación recuerdan hoy que el suboficial podría ser acusado de traición a la patria, delito que se castiga con la cadena perpetua en tiempos de paz y con la pena de muerte, en caso de guerra.

Radioprogramas también indicó que el suboficial, de 45 años, aceptó su responsabilidad y denunció que un capitán y un mayor de la FAP que estaban asignados a hacerle seguimiento desde el 2007 lo extorsionaban.

El militar se negó, sin embargo, a revelar con quiénes trabajó en Perú para llevar a cabo el espionaje, anotó la información.