El Movimiento Al Socialismo (MAS), partido del presidente de Bolivia, Evo Morales, respaldó hoy en el Senado la aprobación de una ley para la revocación del mandato del gobernante, al señalar que no teme una eventual derrota en esa votación.

El senador oficialista Santos Tito explicó a Efe que al inicio del debate su partido alegó que "era un momento inoportuno" para discutir ese proyecto de ley que la oposición comenzó a tratar de forma sorpresiva, tras varios meses de tenerlo paralizado.

Pero finalmente los senadores del MAS votaron a favor, al considerar que el presidente Morales "no tiene ningún temor" y está seguro de que el pueblo boliviano mantendrá al actual Gobierno, según Tito.

Admitió que el debate interno en el MAS fue "intenso", pero se resolvió apoyar la norma en la cámara alta, porque, según el senador oficialista, el pueblo boliviano "valorará que se está trabajando por el bien del país".

Esta ley fue propuesta inicialmente por Morales en diciembre de 2007 cuando Bolivia atravesaba una tensa situación política relacionada con el proceso constituyente, pero su tramitación quedó paralizada varios meses en el Senado tras ser aprobada en enero en la Cámara de Diputados.

El proyecto, que finalmente contó con la unanimidad de la cámara alta, establece que en ese referendo el mandato del presidente, el vicepresidente y los nueve gobernadores del país se revocará siempre y cuando el "no" supere los votos obtenidos por todas esas autoridades en los comicios nacionales y departamentales de diciembre de 2005.

Concretamente, en el caso de Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera, su mandato sería revocado si el "no" a su continuidad en el cargo es superior en la consulta al 53,7 por ciento que consiguieron en las elecciones nacionales de 2005. Ese porcentaje representa 1.544.374 de votos.

El senador Luis Vásquez, de la fuerza conservadora Poder Democrático y Social (Podemos), que controla la presidencia del Senado, declaró a Efe que su partido al respaldar la norma tomó "una decisión política" para forzar al Ejecutivo a un acuerdo con los gobernadores opositores.

"El presidente (Morales) tiene la opción de convocar a un diálogo y concertar y hacer una gestión para todos los bolivianos, pero si no quiere hacer nada, entonces vamos a las urnas y que el pueblo decida si él se queda o se va", aseguró.