Las tensiones entre los países desarrollados, donde se concentra el 90 por ciento de la capacidad para fabricar vacunas contra la gripe A, y las naciones en desarrollo, que piden un acceso justo a éstas, volvieron a aflorar hoy en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Bajo la presión de la actual crisis de la gripe A, los países miembros de la OMS retomaron hoy la Reunión Intergubernamental sobre la Preparación ante una Gripe Pandémica, que desde hace dos años trata de llegar a un acuerdo sin éxito sobre un sistema de intercambio de virus y de los beneficios de la investigación de estos.

Aunque las discusiones comenzaron hace dos años como respuesta a la amenaza de la gripe aviar, la aparición del nuevo virus de la gripe A les ha dado un nuevo sentido de urgencia.

"Nos estamos reuniendo en un momento crítico... Esperamos que el patrón de expansión internacional (de la gripe A) continúe", dijo la directora general de la OMS, la china Margaret Chan, al intervenir ante los participantes.

Los Estados miembros, fabricantes de medicamentos y ONGs relacionadas con la salud toman parte en estas discusiones que, en un principio debían concluir mañana, pero que en vista de las dificultades y desacuerdos pueden prolongarse toda la semana próxima, coincidiendo con la Asamblea Mundial de la Salud.

Chan volvió a alertar hoy de que el virus AH1N1, nunca conocido antes, es impredecible, por lo que pidió no bajar la guardia ante la aparente levedad de la mayoría de los casos que se registran en el mundo.

Y aseguró que "afortunadamente, los países con casos confirmados de AH1N1 han lanzado una respuesta agresiva al nuevo virus. Es digno de elogio su rápido envío de las muestras de los virus para su análisis, y para poder hacer la base de la vacuna", aseguró.

Esa entrega de las muestras a la OMS, que las ofrece a sus laboratorios asociados para que las farmacéuticas puedan fabricar las vacunas contra la gripe es precisamente el caballo de batalla, en los últimos dos años, de los países en desarrollo.

Encabezados por Indonesia, Tailandia, India, Nigeria y Brasil, luchan para que ese intercambio se traduzca en acceso a tratamientos y vacunas, así como a la tecnología para fabricarlas.

Durante la crisis de la gripe aviar, Indonesia se negó a compartir los virus, ante la constatación de que después tendría que comprar a precios inalcanzables la vacuna a las multinacionales que las fabrican.

En la reunión de hoy, los países representantes de la región del Sudeste Asiático de la OMS, reiteraron su postura de que "las actuales respuestas en el marco de la preparación ante una pandemia no son justas, transparentes ni equitativas".

"Hasta ahora, la OMS no ha apoyado ni recomendado que los países con capacidad de producción comiencen a fabricar sus propios antivirales genéricos", señalaron en su intervención.

Agregaron que "los países en desarrollo han firmado acuerdos con los fabricantes de vacunas para asegurarse que recibirán las primeras partidas de la vacuna pandémica que salgan de las cadenas de producción, dejando en gran riesgo a los países en desarrollo".

Y también denunciaron que "muchos países en desarrollo han cerrado contratos anticipados para hacerse con más de 200 millones de dosis de vacunas de gripe pandémica, lo que representa más de la mitad de la actual producción total de vacunas contra la gripe.

Por su parte, la red de ONGs "Third World Network" destacó "la urgente necesidad de que se establezca un sistema global de acceso justo y equitativo a las vacunas de la gripe y a los tratamientos antivirales.

"La reunión tiene que concluir con la garantía de que los países en desarrollo tendrán acceso a antivirales a precios abordables y a vacunas, así como a la tecnología para fabricar esos productos", ahora protegida por patentes, agregó este grupo.

La OMS elevó hoy a 7.520 los casos comunicados de gripe A, en 34 países, y mantiene el nivel de alerta de pandemia en la fase 5 (de un total de 6).