Organizaciones sociales de Honduras anunciaron que se trasladan desde hoy a la frontera con Nicaragua para esperar el retorno del presidente depuesto Manuel Zelaya, previsto para "mañana" o el "fin de semana".

"El pueblo hondureño se está trasladando a la frontera, para acompañar al presidente (depuesto) Zelaya y esperamos que la clase empresarial, la clase política, permitan también la entrada al presidente, porque ningún hondureño puede estar expatriado o fuera de su país", dijo a Efe el dirigente campesino Rafael Alegría.

Señaló que las movilizaciones promovidas desde el pasado 28 de junio por las organizaciones sociales son "para que se dé cuenta el régimen de facto, los empresarios y los militares, que el pueblo quiere paz, democracia, pero con el presidente Zelaya en el país y bajo las riendas del poder".

La movilización hacia las fronteras se registra en momentos en que los sectores afines a Zelaya convocaron a una paralización de actividades para los empleados públicos, con tomas de algunas entidades del Estado y la suspensión de clases en todo el país.

Asimismo, se anunciaron bloqueos de carreteras y otras acciones en las calles.

El portavoz del Ministerio de Seguridad, Orlin Cerrato, reconoció el derecho de las personas a manifestarse, pero hizo un llamado "a la cordura".

"A estas personas, a los dirigentes, que no hagan actos que desestabilicen el orden y la paz y que limiten el derecho de las otras personas, que no vayamos a dañar la propiedad privada, a manchar paredes, porque realmente hay quejas", aseguró.

Zelaya anunció desde Managua que prepara su retorno al país, de donde fue sacado el pasado 28 de junio por un grupo de militares que lo desalojaron del poder.

El gobernante depuesto fue destituido ese mismo día por el Parlamento, que nombró en su reemplazo a Roberto Micheletti, hasta entonces presidente del Legislativo e integrante del Partido Liberal, al que también pertenece Zelaya.