El español Manuel Orantes considera un "honor" y un "privilegio" que el Museo Internacional del Tenis haya decidido distinguirle miembro de honor del 'Hall of Fame' (Salón de la Fama), reconociendo de este modo su brillante trayectoria profesional.

En una entrevista concedida a EFE, Orantes se ha mostrado encantando de recibir esta distinción. "Es uno de los mejores premios de mi vida y me siento un privilegiado. Más aún cuando los que te votan son tus antiguos compañeros, los que han sido tus ídolos".

Hasta ahora, solo cuatro tenistas españoles formaban parte de este salón: Manuel Alonso, Andrés Gimeno, Arantxa Sánchez Vicario y Manuel Santana. El próximo 14 de julio, Manolo Orantes verá, a sus 63 años, su nombre inscrito junto a ellos en una ceremonia que tendrá lugar en Newport (Estados Unidos).

Ex número dos mundial, ganador del Masters en 1976 y finalista en Roland Garros 1974, donde perdió con un jovencísimo Bjorn Borg, se la recuerda sobre todo por su título en el Abierto de Estados Unidos de 1975, donde derrotó en la final al tenista del momento, el estadounidense Jimmy Connors.

"Aquel US Open fue el mejor torneo de mi vida. Aún tengo grabada en la memoria mi segunda semana", recuerda Orantes, quien derrotó en cuartos de final al rumano Ilie Nastase y en semifinales al argentino Guillermo Vilas, a quien remontó un encuentro imposible tras salvar cinco bolas de partido.

"Era el último partido de la jornada. Pasaban de las diez de la noche y yo perdía por dos sets a cero, 5-0 y 40-15 en el tercero. El público empezó a irse para casa pensando que ya lo había perdido. Cuando al día siguiente, a las dos de la tarde, me vieron saltar a la pista para enfrentarme a Connors, la gente se preguntaba sorprendida que hacía yo allí", explica.

Al día siguiente apenas podía moverse. Connors le ganó fácil los dos primeros juegos, pero el español fue soltando las piernas y ganando confianza para ventilar la final con una auténtica exhibición (6-3, 6-4 y 6-3).

"En aquella época, ganar a un americano en su casa, un jugador que venía de conquistar el año anterior el US Open, Wimbledon y Australia, era algo muy grande", destaca Orantes, mientras mira de reojo la pista uno del RCT Barcelona, donde unas veteranas se desenvuelven en la red con sorprendente habilidad.

Orantes explica que en este escenario ganó su primer trofeo, el Campeonato de Cataluña Infantil en 1961. Por aquel entonces no era más que un niño que hacía de recogepelotas en los campeonatos de mayores y empezaba a despuntar en el CT La Salut.

Sobre la arcilla de la pista talismán del RCT Barcelona -unos metros más allá de donde se desenvuelve la entrevista- obtendría algunas de sus victorias más importantes, con el equipo español de Copa Davis y también en el Godó, que ganó en tres ocasiones (1969, 1971 y 1976).

El primero de ellos lo logró tras batir en la final al jugador español del momento, en tres intensos sets. "Manolo Santana era mi ídolo, mi espejo, porque era doce años mayor, había empezado de recogepelotas como yo y ya era un gran jugador. Ganar mi primer Godó contra él, con tan solo 19 años, fue fantástico".

Por aquel entonces, Manolo Orantes aún era aficionado, y el torneo se ahorró con él el premio metálico que le hubiera correspondido como ganador, así que lo compensó haciéndole socio del club.

Luego dio el salto al profesionalismo en una época convulsa en la que él y otros jugadores tuvieron que luchar mucho para que se acabaran los vetos en los grandes torneos.

"Tuvimos que hacer un par de huelgas para reivindicar algunas cosas que no eran justas", señala Orantes, el español con más títulos en la era Open (33) hasta que hace unos años irrumpió en el circuito Rafael Nadal.

El mallorquín, zurdo como Orantes, ha acabado con todos sus récords, pero él se siente orgulloso de que así sea. "Uno siempre quiere que salgan nuevos campeones, nueva gente que motive a la juventud y que el deporte que tú has practicado siga siendo importante en tu país. Además, Rafa es un deportista ejemplar, un gran campeón, el mejor jugador de la historia en tierra batida", subraya.

Manolo Orantes está convencido de que, "gracias a su afán de superación", Nadal recuperará pronto su condición de número uno mundial. "Que haya aparecido (Novak) Djokovic ha sido bueno para él. Una motivación más para seguir en lo más alto", sentencia.