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Obama se reúne con el Dalai Lama a pesar de China

Reuters

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió el jueves con el Dalai Lama en la Casa Blanca, desatando una airada reacción de China, lo que podría dañar aún más las relaciones entre los dos países.

Obama se encontró con el exiliado líder espiritual tibetano en una sala de la Casa Blanca distinta del Despacho Oval, poniendo así de manifiesto el carácter no oficial de la visita. Además, no hubo presencia de medios de comunicación.

Pero abordando unos asuntos que inmediatamente provocaron el enfado de China, Obama utilizó su primera reunión presidencial con el Dalai Lama para presionar a Pekín, criticado por su política hacia el Tíbet, para que preserve la identidad tibetana y proteja los derechos humanos.

Obama se sentó a conversar con el líder, admirado por millones de personas como un hombre de paz pero considerado por China como un peligroso separatista, en un momento de tensión por la venta de armamento estadounidense a Taiwán, las políticas monetarias de Pekín y la seguridad de Internet en China.

"El presidente elogió (...) el compromiso del Dalai Lama con la no violencia y su búsqueda de un diálogo con el Gobierno chino", expresó la Casa Blanca a través de un comunicado tras la reunión de cerca de una hora.

Obama alentó a China y a los enviados del Dalai Lama a mantener sus esfuerzos para resolver sus diferencias a través de las negociaciones, pese al escaso progreso que lograron los últimos encuentros.

La Casa Blanca dijo que Obama y el Dalai Lama también estuvieron de acuerdo en la importancia de una relación de cooperación entre Estados Unidos y China.

Tras el encuentro, el líder espiritual tibetano, quien llevaba su tradicional túnica y sandalias, habló con la prensa en las afueras de la Casa Blanca y dijo que había expresado a Obama su admiración por Estados Unidos como un "campeón de la democracia, la libertad y los valores humanos", además de alabar al presidente por "mostrar siempre su genuina preocupación" por el Tíbet.

"MUY DESCONFORME"

Pekín mostró su enfado, aseguró estar "muy desconforme" y señaló que espera que Washington dé los pasos para poner las relaciones bilaterales en un camino satisfactorio.

El portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores Ma Zhaoxu dijo que el encuentro "viola la admisión repetida del Gobierno de Estados Unidos de que Tíbet es parte de China y que no apoya la independencia tibetana".

Con las economías de ambos gigantes tan firmemente entrelazadas, se considera improbable que las tensiones escalen a una confrontación abierta.

Pero la visita del Dalai Lama podría complicar los esfuerzos de Obama por asegurarse la ayuda de China en temas clave como imponer sanciones más drásticas a Irán, resolver la disputa nuclear con Corea del Norte y forjar un nuevo acuerdo global sobre el cambio climático.

Al proceder con la cita ignorando las objeciones chinas, Obama podría estar tratando de mostrar su resolución frente a la actitud cada vez más firme de Pekín, tras afrontar críticas en su país por ser demasiado suave con los líderes de China en su viaje a ese país en noviembre.

la primera y tercera economía del mundo, respectivamente - tienen una "relación madura" capaz de soportar los desacuerdos.

Buscando no enfadar a Pekín, Obama aplazó la cita con el Dalai Lama hasta haberse reunido primero con dirigentes chinos durante su gira asiática de 2009, lo que fue criticado por legisladores y grupos de derechos humanos.

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