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Obama estudia las opciones tras revisar la estrategia afgana

Reuters

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está finalizando las deliberaciones sobre la estrategia de la guerra en Afganistán y está considerando las opciones finales del Pentángono, que incluyen enviar 30.000 soldados adicionales, dijeron el sábado funcionarios.

Un despliegue de esa dimensión sería menor al aumento de 40.000 soldados que recomendó el general Stanley McChrystal, comandante de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, pero más de lo que muchos aliados demócratas de Obama podrían respaldar.

La cifra récord de muertes en combate ha socavado el respaldo de público de Estados Unidos a la guerra, y una decisión de incrementar la cantidad de tropas podría convertirse en una desventaja política para el presidente antes de las elecciones legislativas del próximo año.

Actualmente, hay cerca de 67.000 soldados estadounidenses y 40.000 hombres de las fuerzas aliadas en Afganistán.

Bajo una de las opciones finales presentadas por el Pentágono a la Casa Blanca, se desplegarían tres brigadas de combate adicionales y se crearía un cuartel general de división cerca de Kandahar en el sur de Afganistán, un bastión talibán, como parte del envío de 30.000 soldados.

Responsables estadounidenses, hablando bajo condición de anonimato debido a lo delicado del tema, dijeron que Obama había accedido a aumentar la cantidad de soldados, pero que aún debe decidir la cifra de militares que enviará a Afganistán.

Las brigadas generalmente incluyen entre 3.500 a 4.000 soldados, aunque pueden llegar a más de 5.000 hombres si se adjuntan otras unidades. Las brigadas de Marines pueden ser más grandes.

Se espera que Obama, quien visitará Asia desde el 12 al 19 de noviembre, anuncie su decisión dentro de pocas semanas, posiblemente después de la ceremonia de juramento del presidente afgano, Hamid Karzai, quien fue reelegido en una controvertida votación manchada por el fraude.

El momento podría depender de cuanto atienda Karzai los llamamientos de Estados Unidos y Europa para asumir un pacto bajo el que su Gobierno se comprometa a tomar pasos concretos para luchar contra la corrupción y mejorar la gobernabilidad, incluida la entrega de servicios públicos.

Washington cree que una estrategia exitosa contra la insurgencia de los talibanes depende en gran parte de ganar el respaldo del pueblo afgano para el Gobierno de Kabul.

Pero el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, dijo anteriormente esta semana que la legitimidad del presidente reelecto entre el pueblo afgano estaba "cuando mucho, en dudas en este momento, y en el peor caso, no existe".

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