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Obama elige una solución militar para Afganistán

El presidente se decide por una opción próxima a las peticiones del Pentágono y enviará a otros 34.000 soldados. EEUU pedirá a sus aliados de la OTAN un refuerzo de 10.000 tropas más

ISABEL PIQUER

El presidente George Bush usó en junio de 2002 la ceremonia de graduación de los cadetes de West Point para articular la doctrina de ataques preventivos que luego sirvió para justificar la guerra de Irak. El martes, su sucesor, Barack Obama, planteará, en el mismo marco castrense, la nueva estrategia en Afganistán, que parece apuntar hacia una solución similar al surge (escalada) militar que permitió iniciar la retirada de Irak al contener la actividad guerrillera de los insurgentes.

'Voy a terminar el trabajo', dijo Obama a principios de esta semana; que Bush empezó, hubiera podido añadir. Y si bien esta es la idea de su intervención, de momento no tiene previsto poner fecha, plazos ni calendario, aunque sí marcar un límite.

'Estamos en nuestro noveno año en Afganistán', declaró ayer el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, 'no vamos a quedarnos otros ocho o nueve años. Nuestro tiempo es limitado y es importante que la gente lo entienda'.

La Casa Blanca ha elegido el solemne escenario de la prestigiosa academia militar para un esperado discurso en el que el mandatario estadounidense, aseguraban ayer varios medios estadounidenses, anunciará a la nación el envío de unos 34.000 soldados, que reforzarán a los 68.000 ya desplegados en Afganistán.

Sería el mayor aumento de tropas desde el inicio de la guerra

Una decisión crucial. El pasado verano, el general Stanley McChrystal, comandante supremo de la OTAN en la zona (que tiene desplegados 45.000 soldados), propuso tres posibles opciones: un refuerzo moderado de las tropas (15.000 soldados), una solución intermedia (25.000) y la calificada como más segura, con un envío masivo de 40.000 militares.

Criterios políticos, militares y financieros (en la última reunión sobre Afganistán celebrada en la Casa Blanca, el pasado lunes por la noche, participó el máximo responsable del Presupuesto, Peter Orszag) contribuyeron a cimentar una decisión largamente meditada... para algunos demasiado largamente.

Sería el mayor aumento de tropas desde el inicio de la guerra -Obama ya mandó en marzo 20.000 nuevos soldados- y elevaría el coste total del conflicto a 75.000 millones de dólares anuales, cuando EEUU aún intenta salir de la recesión.

'El pueblo estadounidense tiene derecho a saber por qué estamos ahí y cuáles son nuestros intereses', explicó ayer Gibbs. En el discurso, añadió el portavoz, Obama también pedirá más esfuerzos al presidente afgano, Hamid Karzai, para luchar contra la corrupción, tras las dudosas elecciones que le llevaron al poder: 'Este debe ser el inicio de un nuevo capítulo en el Gobierno' afgano.

Antes de su intervención, Obama hablará con sus socios de la OTAN, pero le tocará a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, tomar el relevo. Clinton tiene previsto informar directamente a sus homólogos de la organización militar de los detalles de la iniciativa en la reunión que se celebrará los días 3 y 4 en Bruselas. Y vendrá con una lista de peticiones concretas, entre ellas, probablemente, 10.000 tropas adicionales, apuntaba ayer The New York Times, aunque no se espera que los detalles se concreten hasta el próximo enero.

'No vamos a quedarnos otros ocho o nueve años'

Obama espera sobre todo frenar la creciente impopularidad de la guerra en los sondeos. Según una reciente encuesta de la CNN, el 66% de los estadounidenses piensa que el conflicto en Afganistán va por mal camino, un 11% más que hace seis meses.

'Confío en que los estadounidenses apoyen esta iniciativa cuando escuchen un razonamiento claro sobre lo que estamos haciendo ahí y cuáles son nuestros objetivos', dijo Obama el pasado martes, en una conferencia de prensa con el primer ministro indio, Manmohan Singh.

'Es nuestro interés estratégico, para nuestra seguridad nacional, asegurarnos de que Al Qaeda y sus aliados extremistas no puedan llevar a cabo sus operaciones', añadió el mandatario estadounidense. 'Vamos a desmantelar y destruir sus redes. Y la estabilidad de Afganistán es importante en este proceso'.

El Pentágono ya ha pedido más fondos para el nuevo despliegue. Lo anunció el jefe del Estado Mayor Conjunto, el almirante Mike Mullen, a principios de este mes.

Mullen justificó el gasto extra unos 40.000 millones de dólares al comparar la escalada militar llevada a cabo en Irak a principios de 2007, que consiguieron estabilizar un país en pleno caos, y la necesidad de controlar el reciente recrudecimiento de los enfrentamientos con los talibanes.

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