La coalición de centroizquierda que gobernará Islandia de forma provisional ha prometido reconstruir su atribulada economía y proteger a sus ciudadanos de lo peor de la crisis.

Johanna Sigurdardottir, de la Alianza Social Demócrata, se convertirá en la nueva primer ministra de Islandia después de que su antecesor, Geir Haarde, renunciara el lunes tras semanas de protestas contra el Gobierno y se convirtiera en el primer líder político en caer como resultado directo de la crisis económica mundial.

El Gobierno ha encargado a una comisión parlamentaria que analice la opción de que Islandia ingrese en la Unión Europea, pero ha asegurado que los partidos de la coalición no permitirían que la nación se uniese a la UE sin un referéndum.

"El principal objetivo de este Gobierno será el control fiscal responsable", afirmó el domingo Sigurdardottir, la primera mujer primer ministra de Islandia y la primera declarada abiertamente homosexual.

La crisis del crédito ha golpeado fuertemente a Islandia. Los bancos colapsaron rápidamente por sus deudas, la moneda se desmoronó y el país se vio forzado a aceptar un paquete de rescate de 10.000 millones de dólares (unos 7,78 millones de euros) liderado por el Fondo Monetario Internacional, lo que despertó la indignación nacional.

La nueva coalición de la Alianza Demócrata Social y el Partido Izquierdista Verde ha indicado que se atendrá al programa acordado con el FMI y se concentrará en encontrar el modo de recortar rápidamente los tipos de interés, que actualmente están en un 18 por ciento.

Las nuevas autoridades añadieron que entre sus prioridades está la de reemplazar a la dirección del banco central, criticado por su fracaso en la gestión de la crisis.

La comisión parlamentaria encargada del estudio de incorporación a la UE entregará un informe el 15 de abril.

"Los partidos que conforman el Gobierno están de acuerdo en que la membresía de la Unión Europea nunca será decidida sin un referendo nacional", declaró el Gobierno.