El español Rafael Nadal venció al brasileño Thomaz Bellucci, por 6-2, 7-5 y 6-4, y logró su victoria 200 sobre tierra batida, que le sirvió para clasificarse para los cuartos de final de Roland Garros donde se verá de nuevo las caras con su compatriota Nicolás Almagro, que derrotó a Fernando Verdasco.

En dos horas y 33 minutos, el mallorquín liquidó a su cuarto rival este año en París, donde sigue sin ceder un set, como el suizo Roger Federer y el checo Tomas Berdych. Ahora se medirá en cuartos, de nuevo como en 2008, contra Nicolás Almagro, que superó por primera vez en cinco encuentros a Fernando Verdasco, por 6-1, 4-6, 6-1 y 6-4. Un español tiene plaza asegurada ya para las semifinales, y Nadal recuerda que venció a Almagro ya en los cuartos del 2008 cediendo únicamente tres juegos.

Aunque Bellucci prometió ser más agresivo que hace dos años, cuando también perdió con Nadal en tres sets en la misma pista central, al brasileño le faltó intensidad y confianza para creer en una victoria contra el de Manacor.

El partido de hoy duró un minuto menos que el del 2008, pero Bellucci ganó tres juegos más a Nadal, insuficientes para detener al de Manacor, que aunque no salió demasiado satisfecho del duelo, pues cedió cuatro veces su saque, sigue estando muy lejos del prometedor jugador de Tiete.

Dotado de un potente servicio, Bellucci, campeón esta temporada en Santiago de Chile, no sacó demasiado rendimiento a esta ventaja, y aunque su derecha en suspensión estalló como un látigo, e intentó con sus dejadas sacar del fondo al español, apenas lo consiguió.

En el test que Nadal esperaba y deseaba, el de Manacor no jugó el mejor partido del torneo, pero salvó la ronda en la que cayó el pasado año contra el sueco Robin Soderling, y ya comienza a sumar puntos en la clasificación mundial para recortar distancias con el suizo Roger Federer, clasificado desde ayer domingo para cuartos de final.

El español cometió 27 errores no forzados, por 40 de Bellucci, que recordará este partido como uno de los que más exigencia física le demandó. La imagen del brasileño, resoplando y buscando aire, frente a la de un Nadal sin apenas signos de cansancio fue muy evidente.

Nadal está ya en cuartos de un Grand Slam, por decimocuarta vez en sus últimos 16 grandes y lleva ganados ya 19 partidos seguidos en tierra esta temporada.

En la misma parte del cuadro de Nadal, el serbio Novak Djokovic superó a Robby Ginepri, sorprendente verdugo del español David Ferrer y último estadounidense que quedaba en liza, por 6-4, 2-6, 6-1 y 6-2, en uno de los primeros partidos de la jornada.

"No soy persona por las mañanas", bromeó Djokovic para comentar el segundo set que se dejó en el camino ante Ginepri. "Me llevó mucho tiempo para entrar en ritmo en el partido y calentarme", añadió, "a Nadal sin embargo le da igual, siempre va a jugar igual".

Djokovic, que se enfrentará ahora con el austríaco Jurgen Melzer, vencedor ante el ruso Teimuraz Gabashvili, por 7-6 (6), 4-6, 6-1 y 6-4 en dos horas y 54 minutos, empezó ya a hablar de Nadal, con quien se mediría en semifinales, y a recordar los grandes partidos que ha disputado contra el de Manacor.

"El de Hamburgo (semifinales del 2008) fue un gran encuentro, pero creo que el de Madrid (semifinales también) el año pasado donde dispuse de tres puntos de partido, fue incluso mejor. En aquel los dos nos dejamos mucha energía, tanto física, emocional y mental", señaló.

En el cuadro femenino, el gran regreso de la belga Justine Henin acabó a los pies de la australiana Samantha Stosur que se impuso por, 2-6, 6-1 y 6-4, y acabó con la cuatro veces campeona de París.

Stosur se enfrentará en cuartos con la estadounidense Serena Williams que venció a la israelí Shahar Peer por 6-2, 6-2.

Nadie había vencido a Henin desde 2004, y después de 20 meses de retirada, había tenido unas fáciles primeras rondas hasta que se enfrentó con la rusa Maria Sharapova. Allí cedió por primera vez un set después de ganar 40 seguidos, un aviso. Y hoy Stosur, semifinalista en París el pasado año ante la rusa Svetlana Kuznetsova, la despidió.

"Deseaba mucho que la aventura continuara", señaló una melancólica Henin, que mostró signos de nerviosismo en el último set. "Me faltó calma, mis nervios me fallaron hoy", reconoció Justine que alegó que esa tensión le produjo cansancio además.

Stosur, de 26 años, vivió la situación de otra forma, "Creí en mi misma", dijo, "intenté relajarme, divertirme y no preocuparme por lo que venía", observó la australiana que ha ganado este año 18 partidos sobre tierra, y es la mejor raqueta de su país.