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El Museo de Reproducciones Artísticas renace en Valladolid 50 años después

EFE

Medio siglo después de su cierre en su sede de Madrid, en 1961, el Museo Nacional de Reproducciones Artísticas ha encontrado acomodo en el Museo de Escultura de Valladolid, a cuya colección se han asignado sus fondos y donde se mostrarán de forma permanente desde finales de febrero.

Una selección de 280 copias, entre pinturas y esculturas de un total aproximado de 3.000, ha viajado hasta Valladolid y ya se aloja en la antigua iglesia de San Benito El Viejo, una de las tres sedes del Museo de Escultura, que dirige María Bolaños.

Un centro que duplica así sus existencias hasta gestionar algo más de 6.000 bienes artísticos.

Desde las primeras civilizaciones hasta la antigüedad clásica -con reproducciones del grupo escultórico del Laoconte, el Apolo de Belvedere y el Discóbolo-, la selección está formada básicamente por esculturas vaciadas durante el siglo XIX directamente desde las obras originales en los museos donde se custodian.

María Bolaños, en declaraciones a los periodistas, ha subrayado el reto que supone la gestión de un fondo que duplica el actual, con el mismo personal y con "enormes posibilidades" didácticas y científicas.

La directora ha defendido el valor y la importancia de las copias frente a los originales a la hora de enjuiciar a un centro cultural, convencida de que la frontera entre ambas "no es tan rígida como pudiera parecer, sino muy relativa".

"El Discóbolo que conocemos no es más que una copia que los romanos nos han dejado" de la primitiva figura griega primitiva, ha puesto como ejemplo la directora del museo.

Ha recordado que a partir del siglo XIX proliferaron las reproducciones, extraídas de las piezas auténticas en los mismos lugares donde se han exhibido siempre -El British Museum, el Victoria and Albert Museum o el Louvre- y proliferaron los museos como el que en España, en 1877 y a instancias del entonces presidente del Gobierno, Antonio Cánovas del Castillo, abrió sus puertas hasta 1961.

Después de cerrar ese año en el Casón del Buen Retiro, de Madrid, su último emplazamiento público, la colección pasó al Museo del Traje en la capital española, donde de forma esporádica expuso parte de su catálogo, la última vez "hace diez años", ha explicado el subdirector de Museos Estatales, Enrique Varela.

Ahora la colección completa se ha adscrito al Museo de Escultura de Valladolid, aunque sólo se mostrará una selección que María Bolaños ha distribuido en cinco secciones, la primera de ellas dedicada a las civilizaciones asiria, egipcia y griega.

Destaca en este apartado una colección de los retratos egipcios de El Fayum, correspondientes a máscaras funerarias y que se consideran las primeras manifestaciones pictóricas en la historia de la humanidad, en palabras de la directora.

Fruto de la costumbre de los siglos XVI al XIX de coleccionar bustos de prohombres de la antigüedad clásica otra de las secciones albergará un repertorio de otro medio centenar de cabezas.

"Dos ideas se cruzan con esta nueva incorporación al Museo de Escultura: mostrar qué fue la antigüedad y cómo ha evolucionado nuestra idea de la misma a lo largo del tiempo", ha indicado Bolaños.

Las posibilidades divulgativas y científicas que abren estas reproducciones al centro vallisoletano "hacen incluso que nos hagamos un replanteamiento", ha añadido la directora de un recinto cultural abierto en los años treinta del pasado siglo y que alberga, entre otros fondos, una colección única de la escultura española de los siglos XV al XVIII.

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