Cuatro soldados de la OTAN murieron en las últimas 24 horas en diversos ataques talibanes en el sur de Afganistán, informó el contingente de la Alianza Atlántica.

Según se precisa en sendos comunicados, tres de los miembros de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) fallecieron en una emboscada de los insurgentes talibanes y un cuarto después de la explosión de una bomba.

Las cuatro muertes se produjeron en el sur afgano aunque los comunicados de la ISAF, como es habitual, no especifican los lugares exactos de los incidentes ni la nacionalidad de las víctimas.

Un portavoz talibán, Yousaf Ahmadi, dijo ayer a la agencia local AIP que atacaron varios vehículos de la ISAF con explosivos en la provincia sureña de Helmand.

De acuerdo con el portavoz talibán, en esa operación habrían muerto tres soldados extranjeros, y dos más en una refriega en Lashkargah, la capital provincial.

Según datos del portal especializado icasualties.org, en las provincias sureñas de Helmand y Kandahar se han producido la mayoría de las muertes de los soldados de la OTAN, con 764 y 390 muertes respectivamente desde el inicio del conflicto en 2001.

Hasta ayer esta organización había registrado la muerte en lo que va de año de 408 soldados de las fuerzas internacionales en Afganistán, donde la Alianza Atlántica inició en julio el traspaso del control de la seguridad del país a las fuerzas afganas.

El proceso se desarrolla en paralelo a la salida gradual de las tropas de EEUU y se ha puesto en marcha durante uno de los periodos más sangrientos de una guerra que en septiembre cumplirá una década, lo que despierta incertidumbre sobre el futuro del país asiático.