Al menos 12 civiles y siete soldados murieron hoy en Siria, en distintos ataques que los opositores atribuyen a las fuerzas leales al régimen y las autoridades sirias a "grupos terroristas".

El grupo opositor Comités de Coordinación Local (CCL) informó en un comunicado de la muerte de ocho civiles en Homs (centro), dos en localidades de los alrededores de Damasco, uno en Deraa (sur) y otro en Deir el Zur (este).

Por su parte, la agencia oficial de noticias SANA indicó que siete soldados, entre ellos un oficial, perecieron al ser atacados por "un grupo terrorista armado", a los que el régimen de Bachar al Asad acusa de estar detrás de la revuelta.

El ataque se produjo contra un autobús en el que se trasladaban los militares en los alrededores de Damasco, en la carretera que conecta las localidades de Adra y Duma.

En cuanto a las víctimas civiles, los CCL explicaron que en Homs, uno de los principales feudos de la oposición a Al Asad, la mayoría de las muertes se debieron a los disparos de las fuerzas de seguridad y que en el barrio de Baba Amro se escucharon una decena de explosiones.

Además, la localidad de Rastan de la provincia del mismo nombre fue escenario de violentos enfrentamientos entre el ejército y soldados desertores en los que fueron destruidos varios vehículos y puestos de control militares.

En los alrededores de Damasco, los fallecimientos se produjeron en las localidades de Madaya y Basemah, mientras que en la de Kaferbatna se produjeron combates entre las tropas y el Ejército Libre Sirio (ELS).

Los CCL informaron, además, que el número de cadáveres encontrado en una granja de la cercana localidad de Asal al Ward asciende a treinta, debido a la masacre perpetrada allí por el régimen el pasado 23 de enero.

El muerto de Deraa es uno de los principales activistas de la ciudad según los CCL, que indicaron que Tareq Al Zogby murió en una emboscada de las fuerzas de seguridad.

Mientras, en Deir el Zur explotó un gasoducto, que según SANA fue atacado por un "grupo terrorista" y de acuerdo a los CCL fue alcanzado por el bombardeo del régimen.

Esta nueva jornada de violencia coincide con la decisión de la Liga Árabe de suspender el trabajo de su misión de observadores por el deterioro de la seguridad en el país.

Más de 5.000 personas han muerto en Siria desde el comienzo de la revuelta el pasado marzo, según las últimas cifras de la ONU, aunque los opositores indican que las víctimas mortales superan los 6.000.