El ministro de Fomento, José Blanco, firmó hoy un documento en favor de que la basílica de San Martiño de Mondoñedo, en el municipio lucense de Foz, sea incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la UESCO.

Blanco incluyó así su firma en un libro en el interior del templo en el que figuran unas 50.000 peticiones más en favor de que esa monumento sea reconocido como patrimonio de la humanidad.

El titular de Fomento visitó ese monumento románico al inicio de un periplo de visitas por la provincia de Lugo, de donde es originario.

Blanco prevé recorrer durante la jornada distintos municipios de la comarca de la Mariña lucense y concluir por la tarde en el municipio de A Fonsagrada, en la montaña.

El ministro mostró interés por las obras de rehabilitación de la basílica de San Martiño en las que Fomento ha invertido 800.000 euros en base al 1 por ciento del presupuesto de obras que dedica a restauración de bienes culturales.

La basílica de San Martiño, considerada como la más antigua que permanece en pie en España, con restos de los siglos VI y VII, aunque el conjunto del templo actual es del siglo XI, fue declarada monumento nacional en 1931.

Las obras de restauración abarcan el tratamiento contra la humedad de capilaridad en el perímetro y el interior del templo, así como la reparación de la cubierta, la renovación de los trabajos de carpintería, la construcción de una nueva estructura de la escalera de acceso a la torre del campanario, la restauración de pinturas de sus muros o la renovación completa de la instalación eléctrica.

Las obras del entorno de esta basílica, incluida la ruta cultural del mariscal Pardo de Cela, prevén también acondicionar recorridos exclusivos para peatones desde el parque de las inmediaciones, facilitar el acceso a la nave de personas con discapacidades o mejorar una serie de fachadas del entorno del monumento.

En su recorrido por el templo, el ministro estuvo acompañado del alcalde de Foz, José María García Neira, quien le entrego una reducida réplica de la basílica; así como del presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro; del delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro; y del obispo de Mondoñedo, Manuel Sánchez Monje.