Dispuestos a "prender" al público de Rock in Rio Madrid, así llegarán el próximo 30 de junio los mexicanos Maná a su cita dentro de este festival de festivales, a una ciudad que sienten como su "casa" y a un concierto en el que no descartan incluir alguna colaboración especial.

"Estamos entusiasmados de que haya cuajado este Rock in Rio en Madrid. Aquí estamos como en casa", han dicho hoy en una rueda de prensa en la capital española sus integrantes: Fernando Olvera, Juan Calleros, Alejandro González y Sergio Vallín.

Los mexicanos, la primera banda latina que encabeza una de las noches de Rock in Rio, llegarán a la Ciudad del Rock de Arganda del Rey (Madrid) tras cosechar un gran éxito en su presentación en la última edición brasileña de este festival, que se celebró el pasado mes de septiembre.

"Fue de las emociones más grandes que hemos tenido en nuestra carrera, el corazón se nos salía. Igual sólo la cuarta parte sabía quién era Maná y había que ganárselos", ha contado Fer, el cantante, sobre aquella actuación, que recibió una calificación del público carioca de 8,9 puntos, apenas a dos décimas de la máxima nota, que fue para Coldplay y Red Hot Chili Peppers.

El éxito fue tal, que Olvera ha comentado que Chris Martin, líder de Coldplay, les preguntó qué habían hecho para emocionar tanto a las cien mil personas congregadas, a lo que éste añadió: "Pues ya verás en Madrid".

Tras el concierto que Maná ofreció el pasado otoño en el Palacio de los Deportes de Madrid, dentro de la gira de presentación del disco "Drama y Luz", la banda ha anunciado que, en su nueva cita, tocarán "canciones muy contundentes y hits que hay que tocar o no nos dejarán salir del país".

"El tiempo que toquemos, hay que prender a la gente", ha dicho en cualquier caso este cuarteto, que tirará de su amplio repertorio incluyendo temas que no pudieron tocar en otoño, y contarán, quizás, "con algún artista invitado español o inglés".

Olvera, quien no hace mucho vivió las trágicas muertes de su hermana y de su madre, episodios que quedaron reflejados en "Drama y Luz", ha declarado su admiración por los españoles, "un ejemplo de cómo resurgir de las cenizas".

El cantante ha confesado que este último álbum ha sido "el disco menos vendido de Maná", pero no se lo achaca a la calidad ("igual es cosa de la piratería", ha apuntado) y ha mostrado su satisfacción por el resultado y por una gira que les he deparado un gran éxito de convocatoria.

Los músicos han señalado que el secreto de su éxito reside en "su amor por la música", una música hecha "con honestidad", sin preguntarse qué esperan los críticos de ellos; y en el respeto que hay entre los miembros de la banda.

Roberto Medina, presidente de Rock in Rio y conductor de esta rueda de prensa, se ha referido precisamente al país de origen de Maná.

Sobre sus posibilidades de albergar una nueva edición de este festival, que la próxima semana anunciará una nueva sede latinoamericana, ha dicho que "México tiene todas las condiciones".

"Estoy hablando con el gobierno de México, tiene el espacio dentro de la ciudad y es un camino para el futuro inmediato", ha añadido.

Maná, que se ha despedido al grito de "¡Nos vemos en Rock in Rio!", actuará en la segunda jornada junto al estadounidense Lenny Kravitz, el español Macaco y el DJ italiano Luciano.