Madrid volvió a vestirse hoy de artificio y sugestión con motivo de la Noche de los Teatros, una intensa jornada de nueve horas en las que, por encima del abucheo al 'teatro' de Esperanza Aguirre, la 'buena salud' de las artes escénicas y la diversión fueron las notas dominantes.

A las cinco de la tarde arrancaba la cita, que se celebra por tercer año consecutivo, en la Casa de Lope de Vega. Allí el dramaturgo Francisco Nieva inauguraba esta edición ensalzando el poder 'liberador' del teatro, un arte que 'todo lo transforma y lo trastoca', explicaba.

Y así, con la excusa de hacerse 'hermanos en la diversión' salían a la calle cientos de madrileños -o se encontraban con la fiesta por casualidad- dispuestos a disfrutar de alguna de las 170 actividades distribuidas en 107 espacios de la región y posibles gracias al trabajo de 600 artistas.

A una de las calles más concurridas, la calle Fuencarral, se acercaba la presidenta regional, Esperanza Aguirre, quien, a pesar de su intención de ser testigo de distintas propuestas de jóvenes creadores, tenía que abandonar el lugar precipitadamente en su coche oficial ante el abucheo espontáneo y constante de los transeúntes.

'Lo tuyo sí que es teatro' o 'pesetera' fueron algunos de los insultos que escuchó Aguirre, a quien durante los minutos que permaneció en la calle se le acusó a voces de la intención de 'privatizar' la sanidad y la educación pública o de ser parte de la presunta trama de espionaje político en la Comunidad.

No obstante, antes de subirse en su coche oficial, la presidenta pudo hacerse oír para elogiar que Madrid, 'la capital del teatro', haya institucionalizado esta noche, en la que ella tenía intención de acudir a los Teatros del Canal a ver el montaje 'La Cena', de Albert Boadella.

Fueron más de un centenar de personas las que abuchearon Aguirre. Los hechos comenzaron cuando la presidenta regional visitaba diversos espectáculos y actuaciones. En ese momento, varios jóvenes comenzaron a gritar 'no a la privatización de la educación' y 'sanidad pública'.

Poco a poco se fue uniendo gente a las reivindicaciones hasta que finalmente, cientos de personas entonaron al unísono 'fuera, fuera', 'no a los espías' o 'educación pública'.

Paralelamente a los abucheos, varios vecinos comenzaron a aplaudir a Aguirre mostrándole su apoyo, sin embargo, se vivieron momentos de tensión cuando antes de subirse al coche, la presidenta se acercó a las personas que le increpaban para ver qué querían y algunos de ellos llegaron a insultarla y a amenazarla.