Las madres deprimidas y quetienen una relación de pareja abusiva son más propensas que elresto a pegarle a sus hijos.
Un equipo de investigadores halló que entre 13.000 madresde hijos en jardín de infantes en Estados Unidos, las quepadecían depresión y tenían discusiones violentas con su parejaeran dos veces más propensas que el resto a pegarle a sus hijoscomo forma de castigo.
Eso, halló el estudio, ocurrió independientemente de si losniños tenían problemas de conducta crónicos, según entrevistascon los maestros.
Las tasas de depresión son altas entre las mujeres con unarelación de pareja violenta. Estos nuevos resultados,sostuvieron los autores, aportan más información sobre cómoesos dos problemas afectan a los niños.
El equipo del doctor Michael Silverstein, de la Escuela deMedicina de la Boston University, publicó los resultados enArchives of Disease in Childhood.
Los autores analizaron datos de 12.764 pares madre-hijoparticipantes en un estudio nacional sobre el desarrolloinfantil, que incluyó entrevistas cara a cara con padres ymaestros.
Al inicio del estudio, cuando los niños estaban en jardínde infantes, se les preguntó a las madres si ellas le pegaban asus hijos y con qué frecuencia.
Cada mujer realizó también una prueba estándar de síntomasde depresión y respondió si ella o su pareja tenían discusionesque podrían "terminar con golpes o arrojándose objetos entresí".
El equipo observó que la combinación de depresión yviolencia estaba más relacionada con los castigos físicos a loshijos que la conducta de los chicos en sí: la proporción deniños golpeados con buena y mala conducta era la misma.
La Academia Estadounidense de Pediatría está en contra deque los padres le peguen a sus hijos como una forma dedisciplinarlos y algunos estudios asociaron en los niños loscastigos físicos con un alto riesgo de desarrollar conductasagresivas en la niñez.
Para el equipo, los esfuerzos por eliminar el castigofísico deberían tener en cuenta los motivos a veces complejosque llevan a los padres a usar ese tipo de medidasdisciplinarias.
FUENTE: Archives of Disease in Childhood, 11 de septiembredel 2008
¿Te ha resultado interesante esta noticia?
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>