La comedia "30 Rock" y la serie dramática sobre agencias de publicidad "Mad Men" ganaron el domingo por segunda vez los máximos premios de la televisión estadounidense, en una noche en la que los viejos favoritos se impusieron sobre las nuevas promesas.

Sin embargo, ninguno de esos dos programas estuvo a la altura de lo que prometían en la víspera de la ceremonia de la gala número 61 de los premios Emmy.

La satírica serie "30 Rock" de NBC, que lideraba las nominaciones con 22 candidaturas, se quedó apenas con cinco premios incluyendo el de mejor actor principal para Alec Baldwin.

Pero la creadora de la serie, Tina Fey, no pudo repetir su triunfo del año pasado y perdió en la categoría mejor actriz de comedia ante la australiana Toni Collette, que lo recibió por su interpretación de una mujer con personalidad múltiple en "United States of Tara".

"¡Uf! Eso ha sido de comerse las uñas", dijo Fey al agradecer el premio a mejor comedia para "30 Rock". "Gracias por mantenernos en el aire incluso a pesar de que somos más caros que un programa de entrevistas", añadió.

"Mad Men", una aclamada serie ambientada en la década de los 60 y que también tiene una baja audiencia, ganó apenas tres de las 16 nominaciones que tenía, incluyendo mejor guión. El año pasado, el programa de AMC hizo historia al convertirse en la primera serie de un canal de cable que no fuera HBO en ganar el Emmy a mejor serie dramática.

"Quizá yo sea la única persona en esta sala con completa libertad creativa", dijo el creador de "Mad Men", Matthew Weiner, que ganó el Emmy a mejor guión de una serie dramática.

Glenn Close repitió su éxito como mejor actriz en serie dramática por su papel como una implacable abogada en "Daños y perjuicios", del canal de cable FX. Al aceptar el premio, Close calificó a su papel en al serie como "el personaje de mi vida".

Bryan Cranston, que encarna a un profesor de química que pasa a vender drogas para pagar sus facturas médicas en "Breaking Bad",del canal AMC, también repitió como mejor actor en serie dramática.

Aunque este año se amplió el número de candidato en un intento por reconocer a la variedad de propuestas que ofrecen las más de 120 redes de televisión y canales de cable disponibles para los espectadores estadounidenses, caras nuevas como la irreverente serie animada "Padre de familia" y el drama sobre poligamia de HBO "Big Love" se fueron con las manos vacias.

No hubo sorpresas fue en la categoría de concurso de 'Reality show', en la que "Amazing Race" ganó por séptimo año consecutivo relegando a rivales como "American Idol", "Dancing with the Stars", "Top Chef" y "Project Runway".

"DEJE EL MANDO"

El presentador Neil Patrick Harris, estrella de la comedia de CBS "Cómo conocí a vuestra madre", dio inicio a la ceremonia de entrega con una canción cómica y un número de baile llamado "Put down the Remote" ("deje el mando"), que instaba a los espectadores a resistir la tentación de cambiar de canal o conectarse a Internet.

La emisión de la ceremonia de entrega de los Emmy atrajo el año pasado la menor audiencia de la historia, con apenas 12,2 millones de televidentes.

En un intento de dar más voz al público en una ceremonia que en gran parte premia a programas de televisión con baja audiencia, la organización pidió a los espectadores que votaran por Internet durante la gala para elegir el "momento del año", que recayó en una escena de la serie de vampiros "True Blood", que emite HBO.

Kristin Chenoweth ganó el premio a mejor actriz secundaria en comedia por "Pushing Daisies", un programa cancelado a comienzos de este año por ABC.

"Estoy desempleada ahora, así que me gustaría estar en 'Mad Men'", bromeó Chenoweth, y agradeció a la Academia "por premiar a un programa que ya no está en el aire".

"Grey Gardens", de HBO -sobre los excéntricos parientes de Jacqueline Kennedy- ganó seis Emmy, incluido el de mejor película para televisión, mientras que la producción de BBC sobre la historia de Charles Dickens "La pequeña Dorritt", emitida por PBS, se quedó con siete Emmys, entre ellos el de miniserie.