El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, creó ayer un grupo de trabajo, coordinado por el ex vicepresidente de Guatemala Eduardo Stein, que elaborará el documento base para formar la Comisión de la Verdad que buscará esclarecer lo sucedido alrededor del derrocamiento de Manuel Zelaya.

El otro miembro del grupo es el ex rector de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras Jorge Omar Casco, informó el canciller hondureño, Mario Canahuati, tras la reunión en la que Lobo integró este equipo de trabajo.

Canahuati explicó, en rueda de prensa junto a Stein y Casco en la Casa Presidencial, que se mantuvieron "pláticas preliminares" para fijar "los términos de referencia" y que se prevé que "en ocho días" el grupo de trabajo prepare el documento.

Según Canahuati y Stein, la propuesta incluirá la agenda, objetivos, alcances y límites de la Comisión, así como el perfil de sus miembros, y el presidente Lobo tomará las decisiones finales sobre su estructura e integrantes.

Insistieron en que lo acordado supone la "etapa preparatoria" para crear la Comisión, establecida en el Acuerdo Tegucigalpa-San José firmado el 30 de octubre pasado por delegaciones de Zelaya y del entonces presidente de facto, Roberto Micheletti, para superar la crisis causada por el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.

El canciller hondureño aseveró que "el sentido de urgencia" que el Gobierno ha dado a la Comisión de la Verdad no significa que se va a "hacer una cosa acelerada", y que hoy sólo "queda formalmente iniciado el proceso para instalarla".

Stein comentó que "el acuerdo es sumamente escueto", pues se limita a señalar que el nuevo Gobierno hondureño, que asumió el 27 de enero, debe crear la Comisión de la Verdad en el primer semestre de este año, pero no establece número de miembros ni otros aspectos.

El ex vicepresidente y ex canciller guatemalteco afirmó que la Comisión "tiene que ser autónoma, absolutamente independiente", que "no se convierta en una instancia generadora de conflictos" y no sea "persecutoria" ni "inquisidora en el sentido penal del término".

Al contrario, agregó, la Comisión tendrá que trabajar "con una perspectiva constructiva" que contribuya a la reconciliación entre los hondureños.

En este sentido, y sobre los miembros de la Comisión, dijo que "es difícil pensar en integrantes hondureños porque no hay hondureño que no haya tomado posiciones en la crisis" y, además, "todavía hay mucha polarización" en el país.

Por ello, consideró que se debe lograr "un equilibrio sano y constructivo" en la composición de la Comisión de la Verdad.

La Comisión tendrá el "apoyo técnico" de la Organización de Estados Americanos (OEA) y, "en su momento", del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), adelantó Stein.

Consideró, asimismo, que el período de trabajo de la Comisión podría ser de cuatro a seis meses y que su investigación podría abarcar los sucesos registrados en un lapso de 18 meses a dos años.

Stein aclaró que en esta etapa preliminar "no se prevén entrevistas" con Zelaya y Micheletti, ni "con ninguno de los actores políticos involucrados en la crisis".

Sobre si su designación como coordinador del grupo de trabajo supone que también presidirá la Comisión, el ex vicepresidente de Guatemala apuntó que "queda a criterio del presidente Lobo, en la otra fase, si él considera útil y oportuno que pueda continuar".

En la reunión con Lobo también participó la misión de la OEA que se encuentra desde ayer en Honduras para apoyar los trabajos de formación de la Comisión y que es integrada por el secretario de Asuntos Políticos del organismo, Víctor Rico, y Claudia Barrientos.