Hoy ha quedado visto para sentencia el juicio contra el etarra José Ignacio De Juana Chaos por enaltecimiento de terrorismo, tras la celebración de la última vista del caso. Durante la vista de hoy, la Fiscalía, representada por Stephen Ritchie, consideró un 'chantaje' la amenaza de la defensa de De Juana de comenzar una huelga de hambre si es extraditado.

A partir de ahora, el juez Thomas Burgess deberá decidir en las próximas semanas si ratifica su resolución del pasado 10 de marzo, cuando dio luz verde a la extradición de De Juana. La decisión podría postergarse más de dos semanas, ya que el juez apuntó que solicitaría más información a las autoridades españolas para aclarar ciertos aspectos del caso. El juez ha indicado que pedirá informes sobre las condiciones de custodia y detención de De Juana, y del acceso a los servicios médicos en caso de que empeoren sus enfermedades mentales. 

Según el magistrado, su estado de salud es delicado por los malos tratos y los largos períodos de aislamiento sufridos durante su tiempo en prisión por el asesinato de 25 personas. Para Burgess, el hecho de que De Juana 'vuelva al lugar donde surgió su trauma' sería suficiente para que exista 'un alto riesgo de deterioro de su salud mental y un alto riesgo de muerte'. 

Para el representante de la Fiscalía esto 'suena a chantaje', ya que  se parte de 'la suposición de que sufrirá un tratamiento inhumano' de ser extraditado. Para el consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares, la estrategia de De Juana es un intento más 'para retrasar su traslado a la Justicia española'.