El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní ha convocado al encargado de negocios de Baréin en Teherán para protestar por una manifestación supuestamente promovida por las autoridades de ese reino ante la Embajada de Irán en Manama, informó hoy la agencia local Fars.

La convocatoria se produce al cumplirse hoy un año del inicio de las movilizaciones para pedir cambios democráticos llevadas a cabo por la mayoría de población musulmana chií del país contra la monarquía de la familia Al Jalifa, perteneciente a la rama suní del Islam.

Según la fuente, ayer lunes, un grupo de "supuestos agentes de los gobernantes bareiníes" se reunió frente a la Embajada de Irán en Manama para corear consignas contra las autoridades de Irán.

El Ministerio de Exteriores iraní entregó una protesta formal al enviado bareiní en la que calificaba de "inaceptable" la manifestación y reclamaba a Manama que evitase la repetición de esos hechos.

Irán retiró en octubre pasado a su embajador en Baréin, Mahdi Agayajari, tras llamarlo a consultas a Teherán debido a la violenta represión en ese país, según dijo el Ministerio de Exteriores iraní.

Desde el 14 de febrero del año pasado decenas de personas han resultado muertas en Baréin en la represión de las movilizaciones para pedir reformas democráticas al rey, Hamad bin Isa al Jalifa.

El monarca bareiní ha acusado a la República Islámica de Irán, un Estado teocrático de confesión chií, de apoyar las protestas contra su régimen, lo que el propio líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei, ha negado y afirmado que, de haberlo hecho, "la historia hubiera sido otra".

Irán también convocó al encargado de negocios de Baréin en Teherán el pasado noviembre, para protestar por las agresiones contra los jugadores y espectadores iraníes en un partido clasificatorio para el Mundial de 2014 jugado por sus selecciones en Manama.

Desde que los chiíes iniciaron las protestas en febrero, el régimen ha recurrido a la represión y contado con la ayuda de tropas de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), especialmente emiratíes y saudíes.

Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han denunciado que, en la represión y juicios posteriores, han sido represaliados en Baréin incluso los médicos y sanitarios que han atendido a heridos en las movilizaciones contra el régimen.

Irán, que reprimió sangrientamente las protestas iniciadas en 2009 tras las denuncias de fraude de la oposición en las elecciones que llevaron por segunda vez a la Presidencia al actual gobernante, Mahmud Ahmadineyad, ha apoyado no obstante la "Primavera árabe".

El régimen de Teherán, que denomina a ese movimiento "Despertar islámico" y afirma que se basa en la revolución islámica iraní de 1979, ha apoyado las revoluciones y protestas de Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Baréin, Arabia Saudí y Jordania.

Sin embargo, Teherán se opone a la revuelta contra el régimen sirio, su principal aliado árabe, que considera manipulada por intereses extranjeros y terroristas.