@JoanCantarero

Se han cumplido ya 42 días desde que la Audiencia Provincial de Málaga dictara una orden de busca y captura internacional contra la mano derecha de Juan Antonio Roca, el abogado alemán afincado en España Juan Germán Hoffmann, para que cumpla los 5 años de prisión a los que fue condenado por el Tribunal Supremo por los delitos de blanqueo de capitales y evasión fiscal, amén de multas que rondan los 18 millones de euros, en la denominada “Operación Malaya”.

La orden de captura fue dictada el 1 de febrero pasado, seis meses después de que el Supremo dictara la última sentencia contra los condenados por la Audiencia de Málaga, en la macro causa por el saqueo de las arcas públicas del municipio de Marbella, que se inició con la llegada de Jesús Gil y Gil a la alcaldía en 1991, y que se prolongó durante tres lustros con los alcaldes Julián Muñoz y Marisol Yagüe.

Inicialmente la Sección Primera de la Audiencia de Málaga recibió una comunicación del entorno de Hoffmann que éste había ingresado en prisión voluntariamente el miércoles 27 de enero pasado. Concretamente en la prisión de Ibiza, un centro penitenciario de 52 celdas, donde apenas se supera el centenar de reclusos e insertada en el casco urbano de Ibiza, a apenas 6 kilómetros de su chalé de Sant Josep de Sa Talaia.

Realizadas las oportunas consultas en Instituciones Penitenciarias se descubrió que el reo no sólo no había ingresado en prisión, sino que había desaparecido de sus domicilios, tanto del de Benalmádena como del de Ibiza, por lo que se ordenó la Dirección General de la Policía que iniciara los trámites oportunos para su localización y detención internacional.

Sin embargo, a fecha de hoy el nombre de Juan German Hoffmann no figura entre los individuos reclamados o buscados a instancias de los países miembros de Interpol. Si se teclea su nombre en la base de datos “Wanted Persons” el resultado es cero.

Captura de pantalla de la web de Interpol.

Hoffman fue considerado uno de los principales testaferros de Juan Antonio Roca y se ocupó de todas las actuaciones internacionales de sociedades y blanqueo internacional, por lo que sus posibilidades de ocultación en cualquier lugar del mundo son manifiestas.
Fuentes judiciales explicaron que en las indagaciones policiales a instancias de la justicia sus amigos y familiares detectaron la ausencia del abogado desde las navidades pasadas. Su entorno estaba convencido de que una vez conocida la sentencia del TS Hoffmann cumpliría su condena y pagaría las multas, e incluso que había elegido la prisión de Ibiza para pagar sus delitos.

El anfitrión de los oficiales nazis en Málaga

Una parte muy importante de los clientes del abogado Juan German Hoffmann tienen que ver directamente con la vida personal, profesional, diplomática en España y, especialmente, el pasado nazi de su padre Hans Hoffmann. De hecho, Málaga fue lugar de acogimiento de oficiales nazis por el franquismo y “Juanito” Hoffmann fue su anfitrión.

Entre sus acogidos destaca el general de las Waffen SS y jefe de escoltas de Adolf Hitler, Otto-Ernst Remer, quien llegó a Marbella con su mujer en 1994 y fue protegido de Hoffmann. Remer huyó de Alemania tras haber sido condenado a 22 meses de prisión por declaraciones antisemitas y por calificar de mentiras las matanzas de judíos en Auschwitz. La Audiencia Nacional denegó, en febrero de 1996, la extradición del ex oficial del ejército nazi solicitada por Alemania. al no existir entonces en la legislación española una tipificación equivalente. Su entierro, en octubre de 1997, contó con la presencia del propio Hoffmann, su familia y una veintena de miembros de las Waffen SS refugiados en España y sus familias.

Durante la segunda Guerra Mundial fue oficial de la Gestapo que operó en España tras la llegada de Hitler al poder y también durante la Segunda Guerra Mundial. Hoffmann también fue oficial de la Legión Cóndor y como piloto participó en el bombardeo de Guernica el 27 de abril de 1937.

Tras la victoria aliada, el régimen franquista protegió al padre de Hoffmann y evitó que fuera entregado a los británicos, que lo buscaban por detener a ciudadanos alemanes en España contrarios al nazismo y que acabaron sus días en campos de concentración. Hans Hoffmann, conocido como Juanito en Marbella, murió hace 18 años sin desprenderse de su pasaporte diplomático. Como alto mando de la Gestapo en España, llegó a ser amigo personal de Adolf Hitler, y ejerció como traductor oficial en los encuentros del Fürher con el gobierno franquista y con oficiales de su ejército, como el general Muñoz Grandes, al frente de la División Azul y otros como Emilio Esteban.

Los servicios de espionaje aliados atribuyeron al aparato represor que controlaba Hoffmann numerosas detenciones con final trágico, entre ellas la del diplomático alemán Erich Heberlein y su esposa, la española Margot Calleja, ambos contrarios al nacional-socialismo.