El Ibex-35 retomaba las ventas en la apertura del viernes tras cerrar la jornada anterior con una pérdida superior al dos por ciento ante la sostenida debilidad de los mercados internacionales por temor a la recesión y a los resultados de las empresas.

El Índice Nikkei de la Bolsa de Tokio finalizó esta mañana con un recorte del 9,6 por ciento a su mínimo de cinco años y medio, mientras que el Índice Dow 30 de Wall Street registró un descenso del dos por ciento.

Las bolsas europeas acentuaban sus pérdidas poco después de la apertura y el FTSEurofirst retrocedía un 4,2 por ciento.

El Ibex-35 no era ajeno a la tónica general de los mercados y a las 09:11 horas bajaba un 4,34 por ciento a 8.428,5.

"Estamos en la fase más agresiva de la bajada y en un ambiente muy negativo", dijo Pepa Montes de Banca Finantia. "La zona de los 7.000 puntos podría ser un soporte importante...es difícil que se pierda ese nivel", agregó.

Los bancos volvían a ser castigados duramente y entre ellos, Banco Popular que presentó esta mañana sus resultados, caía un 4,15 por ciento. Popular divulgó un beneficio atribuible a septiembre de 956 millones de euros, un tres por ciento más, frente a previsiones de 974,8 millones. La tasa de morosidad de la entidad se situó en el 2,19 por ciento en comparación con el 1,42 por ciento del cierre del primer semestre.

BBVA bajaba un 4,7 por ciento y Santander cedía un 6,78 por ciento. Esta mañana Morgan Stanley retiró a Banco Santander de su portafolio de mejores ideas e incluyó a BBVA.

ACS, que después del cierre de ayer anunció un beneficio neto a septiembre ligeramente por encima de lo previsto a 1.705 millones de euros, se dejaba inicialmente un 2,93 por ciento.

Esta mañana, el INE anunció un aumento de la tasa de paro, según la encuesta de la población activa, al 11,3 por ciento en el tercer trimestre, contra el 10,44 por ciento de los tres meses precedentes. La tasa conocida hoy es la más alta desde el primer trimestre de 2004. Sin embargo, algunos operadores opinaban que este dato hoy no tenía influencia en el negocio en bolsa.

Los inversores mantenían un ojo puesto en América Latina ante los efectos de la crisis global en esa región y, como consecuencia, las acciones con mayor exposición allí se resentían.

Telefónica, para la que América Latina supone el 37,4 por ciento de sus ingresos y el 34,4 por ciento de su resultado bruto de explotación, bajaba un 5,14 por ciento.