La bolsa española estaba plana en la apertura del jueves tras registrar ayer una pérdida superior al ocho por ciento en el Ibex-35, el segundo mayor descenso de su historia, por la exposición a América Latina de algunos grandes valores y el temor a que la crisis global haya finalmente alcanzado esa región.

La influencia internacional seguía siendo negativa tras un cierre ayer en Wall Street al mínimo de cinco años en su Índice Dow Jones por una serie de resultados de empresa y previsiones desalentadoras.

En Tokio, el Índice Nikkei recuperó al cierre una parte importante del terreno perdido durante sesión y finalizó con descenso del 2,46 por ciento.

A las 09:01 horas, el Ibex-35 bajaba un 0,25 por ciento a 8.973,1 puntos.

"Las medidas de ayer en Argentina fueron la puntilla para el Ibex", expresó un operador. El Gobierno argentino anunció el martes la nacionalización de los fondos de pensiones privados, lo que provocó un desplome de las acciones en Buenos Aires.

Telefónica, que tiene un peso del 21,7 por ciento en el índice español, y que retrocedió un 9,10 por ciento en la sesión del miércoles, perdía hoy un 2,81 por ciento adicional.

En el primer semestre, Latinoamérica suponía el 37,4 por ciento de los ingresos de Telefónica y el 34,4 por ciento de su resultado bruto de explotación.

Repsol-YPF, que ayer cayó casi un 16 por ciento, ampliaba su descenso hoy en un 1,46 por ciento.

Iberdrola, que hoy anunció un ascenso de su beneficio neto a septiembre del 54 por ciento, superando las previsiones de los analistas, y de su EBITDA del 29,1 por ciento, subía un 1,81 por ciento. Iberdrola anunció también que podría reducir sustancialmente su plan de inversiones sin que ello implique una revisión de los objetivos de beneficio para 2010.

Santander, el segundo peso pesado de la bolsa con una ponderación del 17,3 por ciento, perdía esta mañana un 2,87 por ciento que se sumaba al descenso del 9,9 por ciento de ayer tras negar informaciones de prensa en el sentido de que pudiera liquidar su filial de patrimonios Banif, aunque no quiso hacer comentarios a otras informaciones acerca del impacto de la quiebra de Lehman en la cuenta de resultados de su filial.

Banco Sabadell mejoraba un 0,97 por ciento tras unos resultados correspondientes a los nueve primeros meses que reflejaron un aumento del beneficio neto del 26 por ciento a 762 millones de euros, frente a previsiones de 729,8 millones.