Iberdrola ultima su incorporación al accionarado de la Sociedad de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), en el marco de la ampliación de capital que prepara el conocido como banco malo para finales de febrero, según han informado a Europa Press en fuentes financieras. Tras el traspaso de los activos 'tóxicos' de las entidades nacionalizadas (Bankia, Novagalicia Banco, Catalunya Banc y Banco de Valencia) el pasado 31 de diciembre, la Sareb se prepara ahora para llevar a cabo el de los activos de la banca que forma parte del denominado grupo 2, es decir las entidades que han recibido ayudas públicas pero que no han sido nacionalizadas.

Según las fuentes, la sociedad presidida por Belén Romana estaría tratando de sumar el primer accionista de la Sareb no relacionado con el sector financiero. De fructificar las negociaciones, Iberdrola se convertiría en el primer accionista industrial del banco malo. En todo caso, la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán todavía no ha tomado una decisión definitiva acerca de su previsible entrada en el proyecto de la Sareb, en la que podría invertir una cantidad cercana a los 10 millones de euros.

Iberdrola tiene una filial inmobiliaria, denominada Iberdrola Inmobiliaria, que cuenta con una cartera de patrimonio en explotación superior a los 248.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable. La filial ofrece una amplia cartera de productos que abarcan desde la primera vivienda al residencial turístico, oficinas, naves industriales y centros comerciales. Fuentes de Iberdrola consultadas por Europa Press no quisieron realizar ningún comentario sobre esta cuestión. En una fase inicial, el Gobierno ya ofreció a las grandes compañías eléctricas entrar en el capital del banco malo ante el efecto arrastre que su eventual participación tendría en los inversores y en otros sectores productivos.

En concreto, tanteó a Iberdrola y Endesa para que estas compañías aportarán precisamente una participación en efectivo de unos 10 millones de euros cada una. La Sareb está ahora a la búsqueda de nuevos accionistas que se sumen a los 15 bancos y cuatro aseguradoras que entraron en su capital en una primera fase, necesaria para recibir los cerca de 40.000 millones de euros en activos ligados al ladrillo transmitidos por la banca nacionalizada.

Una vez que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) aprobó el pasado lunes desembolsar el segundo tramo de 1.865 millones de euros del rescate bancario a España para sanear a BMN, Banco Ceiss, Caja 3 y Liberbank, el equipo gestor de la Sareb prepara el traspaso de los activos de estas entidades.

La sociedad gestionaría así un volumen total de activos de unos 55.000 millones de euros, según las previsiones del Ministerio de Economía y el Banco de España. Fuentes del organismo liderado por Romana han confirmado a Europa Press que esta transmisión se prevé para finales del próximo mes de febrero.

La segunda fase de incorporación de nuevos accionistas del 'banco malo' requerirá una nueva ampliación de capital y la emisión de nueva deuda subordinada. La duda del mercado vuelve a radicar en si BBVA decidirá ahora sumarse al proyecto del que se desvinculó en su inicio.

Santander y Caixabank son las entidades que mayor porcentaje aglutinan de la Sareb, con el 17,8% y el 12,8%, respectivamente. También destacan como accionistas Sabadell (7,2%), Popular (6,2%), Kutxabank (2,7%) e Ibercaja (1,5%). La Sareb además cuenta con banco extranjeros en su accionariado: el alemán Deutsche Bank y el británico Barclays. El FROB ostenta el 43,1% del capital de la Sareb. Los socios privados invirtieron en la primera fase 524 millones de euros, mientras que el FROB aportó otros 491 millones, unas cantidades que aumentarán previsiblemente en la segunda fase.