'Se han producido grabaciones que han aparecido en la televisión acerca de conversaciones que he tenido yo misma, privadas'. La autora de estas declaraciones es María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP. Las vertió hace dos días en Telemadrid. Con ello, confirmaba lo que a lo largo de todo agosto se difundió desde el partido presidido por Mariano Rajoy. Es decir, que entre las víctimas del supuesto espionaje está ella misma.

Una sola frase, recogida en un reportaje televisivo, sirve al PP para concluir que el teléfono de Cospedal ha sido pinchado: 'No, hazlo tú que yo me meto en una reunión'. Estas palabras, atribuidas a la secretaria general, ni siquiera forman parte de una grabación. Integran la recreación de una conversación entre la número dos del PP y Francisco Granados, secretario general de los conservadores madrileños, de cuya existencia tuvo conocimiento la cadena Cuatro.

Al parecer, Cospedal se había puesto en contacto con su compañero del PP de Madrid para insistir en que el ex consejero de Deportes, Alberto López Viejo, implicado en el caso Gürtel, debía solicitar la baja en el partido. Granados, según esta información, preguntó a su interlocutora si era ella la que iba a comunicar a López Viejo la conveniencia de que solicitase la suspensión de militancia. Pero Cospedal le pidió que lo hiciera él mismo, puesto que ella tenía que entrar a una reunión.

Cuatro ya explicó al PP en julio que no tenía ninguna grabación

Así, sin aportar prueba alguna de que existió el espionaje en este caso, el PP se aferra a una conversación de contenido intrascendente para intentar probar las escuchas. Algo similar ocurre cuando intentan justificar el espionaje al presidente de la Generalitat, Francisco Camps. En este caso, los conservadores hablan de una conversación en la que un policía solicitaba al president un número de fax para remitirle un auto del juez Garzón. Si tal y como insiste el PP tienen pruebas que demuestran las escuchas ,¿por qué estas no son más sólidas?

En la cadena de televisión que difundió estas palabras el pasado 17 de julio, en un reportaje titulado Trama Gürtel, cerco al PP, sostienen que en la propia información se explicaba que no se trataba de una 'transcripción exacta ni de la reproducción de una conversación'. Fuentes de Cuatro consultadas por Público aseguran que en este caso, lo que se hacía es 'dar cuenta de una conversación de la que los redactores habían tenido noticia'. De hecho, insisten en que de haber tenido una grabación se hubiese incluido en el reportaje al igual que se hizo con conversaciones de Francisco Correa, el cabecilla de la trama.

La conversación recrea un presunto diálogo entre la dirigente y Granados

La versión de la cadena desmonta, por tanto, la tesis del PP de que el teléfono de su número dos ha sido pinchado.

La revelación de la existencia de estas conversaciones, según las mismas fuentes, ya provocó malestar en el partido de Rajoy tras la emisión del reportaje y le pidió explicaciones a la cadena. Cuatro les explicó que era una recreación y que no tenían ninguna grabación de Cospedal. Pero el partido, casi dos meses después, ha decidido resucitar el reportaje.